Paralímpicos. España, la revelación en baloncesto en silla de ruedas con su quinto puesto


La selección española de baloncesto en silla de ruedas se colgó este sábado el cartel de equipo revelación de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 al concluir en la quinta posición, después de vencer en el último partido a Alemania, actual subcampeona europea, por 48-67.
España acudió a la capital británica después de 16 años de ausencia en unos Juegos Paralímpicos. La última participación se remontaba a Atlanta’96, donde consiguió el cuarto puesto con un equipo en el que jugaba Diego de Paz, que ha repetido experiencia paralímpica en Londres 2012.
El combinado nacional obtuvo su clasificación después de lograr una histórica medalla de bronce en el Campeonato de Europa disputado el año pasado en Nazaret (Israel), donde precisamente Alemania le cerró el pase a la final al vencer a España en una de las semifinales por 61-81.
En el partido de este sábado, celebrado en el impresionante North Greenwich Arena de Londres, España se tomó la revancha y esta vez ganó, con lo que, además, concluirá en estos Juegos Paralímpicos como segunda mejor selección europea, sólo por detrás de Gran Bretaña.
El encuentro tuvo dos partes bien diferenciadas. Hasta el descanso, ninguno de los dos equipos encontraba la fórmula para desestabilizar al rival. Tras el intermedio (23-26), los jugadores de Óscar Trigo vapulearon a los alemanes, que quedaron desdibujados sobre la cancha.
Con un parcial de 12-18 en el tercer cuarto y 13-23 en el último perido, España arrolló a Alemania para sellar un quinto puesto que sabe a gloria a una selección que no había participado en unos Juegos Paralímpicos desde Atlanta’96 y que está ausente de un campeonato del mundo desde Sidney’98.
Diego de Paz (17 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias), Ismael ‘Maki’ García (13 puntos y 8 rebotes) y Alejandro Zarzuela (11 puntos y 8 rebotes) destacaron en el equipo español, como Andre Bienek (14 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) en el combinado germano.
De Paz disputó su último partido con la selección española después de 23 años vistiendo la camiseta nacional. Al final del partido se produjo el momento más emotivo, cuando el jugador sevillano lloró desconsoladamente ante el homenaje imprevisto que le habían preparado sus compañeros, todos ellos con una camiseta en su honor y con una bandera española en la que se podía leer: “Gracias, patriarca”.

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