El VAR 'corrige' el Suecia-Corea del Sur y permite a los nórdicos lograr la victoria

O se le odia o se le ama. Nadie es indiferente al VAR, el revolucionario asistente arbitral de vídeo que ha tenido este sábado en el estadio Kazán Arena su gran estreno en una Copa del Mundo. Suecia comenzó el Mundial ruso con una victoria decidida en Moscú, en la sala del VAR, y ejecutada en el Nizhny Novgorov Stadium, donde el equipo de Janne Andersson se impuso a Corea del Sur por un penalti señalado gracias al videoarbitraje. El penalti, ejecutado por Andreas Granqvist en el minuto 65, le dio el mejor arranque a Suecia en 60 años, un dato que enseñar a Zlatan Ibrahimovic, mientras éste se pasea por el Mundial convencido de que, por más que no esté entre los inscritos, aún es la gran estrella nórdica.

La vida sin Zlatan es más democrática -la súper estrella sueca no tiene por qué ser el destino final de todas las jugadas- pero también más previsible. Como Marcus Berg, que agota su carrera en el fútbol árabe, no es Ibrahimovic, Suecia se chocó contra la defensa asiática y Berg convirtió al meta del Daegu Cho-Hyung-woo en el protagonista del primer tiempo, sobre todo tras detener un disparo a bocajarro del atacante del Al Ain, a los 20 minutos.

Entre las paradas de Cho, en teoría el tercer portero de la plantilla, y la velocidad en el cruce de Kim Young-Gwon, Corea sobrevivió durante algo más de una hora, hasta que el VAR le dio a Suecia la posibilidad de abrir el marcador. Fue una falta sobre Viktor Claesson, que el árbitro no sancionó hasta dos minutos después, cuando advertido por el VAR acudió a ver la repetición de la jugada. Granqvist no falló desde el punto de penalti y ofreció a su selección la primera victoria en una primera jornada mundialista desde 1958, porque los posteriores ataques coreanos fueron más voluntariosos que efectivos.

Por La Información

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Rusia 2018 pasará a la historia por ser la primera vez en la historia del torneo en que el VAR modificó una decisión del árbitro. Lo hizo en el minuto 57 del encuentro que abrió el Grupo C de Rusia 2018 entre Francia y Australia (2-1), cuando el 'aussie' Josh Risdon tocó dentro del área con la punta de la bota a Antoine Griezmann y el francés cayó fulminado. El uruguayo Andrés Cunha, árbitro del partido, vio la acción pero decidió no pitar la pena máxima, por lo que el juego continuó mientras resoplaban los jugadores australianos y Griezmann, resignado desde el suelo, protestaba tímidamente.

Cuando el esférico estaba en la otra punta del campo, Cunha se tocó el 'pinganillo' en la oreja, paró el juego y se dirigió raudo a la banda para comprobar en el monitor si la acción que previamente había obviado era, efectivamente, penalti.

El VAR, también fue requerido en el partido entre Perú y Dinamarca en una situación bastante similar. Dinamarca cometió penalti aunque en directo el colegiado no vio la pena máxima. Sin embargo, la jugada continuó y desde la sala de videarbitraje se avisó al árbitro de la jugada. En ambas acciones, el VAR hizo justicia pues habían sido claros penaltis.