Pau Gasol lidera a España hacia semifinales

Cuando los aficionados locales y los visitantes coinciden en aplaudir a uno de los protagonistas en su retirada, suele ser porque ha hecho una actuación espectacular. Así se puede catalogar la de Pau Gasol ante Francia: el pívot de los Lakers fue el mejor de una selección con mayúsculas. Anotó 28 puntos en 28 minutos (con 11 de 13 en tiros de campo), capturó 9 rebotes, colocó 3 tapones, dio 1 asistencia y, lo que es más importante, lideró a un equipo en los momentos en los que su participación fue más necesaria.

Francia no quería medirse a España. Se notó en el último partido de la segunda fase cuando no quería ganar a Grecia para evitar a los "Gasol Boys"... pero alguien tenía que enfrentarse con la furia española. Los lituanos despertaron a la fiera en la segunda fase, Polonia sirvió de entrenamiento y Francia ha pagado los platos rotos. Los vecinos han sufrido algo que ya le pasó a España en los Juegos de Atenas. Entonces, España llegó a cuartos invicta y siendo la sensación del torneo... pero tuvo la mala suerte de cruzarse con unos Estados Unidos que habían pasado una mala primera fase pero que se eran los grandes favoritos y que se hicieron finalmente con la medalla de oro.

Sscariolo tenía claro cómo parar a Francia: había que sujetar a Tony Parker y Ricky Rubio se convirtió en un perro de presa. Los galos aguantaron tres minutos, lo que España tardó en encontrarse y el tiro exterior comenzó a funcionar. Fue la primera arma que utilizaron los de Scariolo para abrir hueco. La segunda se llamaba Pau Gasol. El pívot se hizo dueño y señor de los aros y la máquina de España comenzó a funcionar a la perfección: al final del primer cuarto la ventaja estaba en diez puntos, 25-15.

Una enorme defensa permitió a España correr en ataque, desarbolando una y otra vez al rival. Collet lo intentó todo, pero Francia no sabía cómo parar a una España que abría hueco minuto a minuto y que se disparaba en el marcador. Los 14 puntos de Pau al descanso se unían a un buen trabajo de Felipe Reyes y de Rudy Fernández. España era agresiva en ataque y en defensa y todo apuntaba a una victoria mucho más plácida de lo que se esperaba.

El segundo tiempo transcurrió por los mismos derroteros del primero, con una exhibición en toda regla de España, mientras Francia se mantenía en distancias que hacían imposible la remontada. Y porque Diaw y Turiaf lo dieron todo para que las distancias no fueran escandalosas, porque de lo contrario... España comenzó el último cuarto con 20 de ventaja y se movió en esos derroteros durante el resto del partido. Francia sólo dio miedo en tres minutos de relajación española que permitió a los galos situarse a 11, 77-66.

Pero igual que llegaron se fueron. Todo dependía de España y los nuestros volvieron a pisar el acelerador para regresar a los 20 de ventaja y dedicar los últimos minutos a celebrar una fiesta que sirvió de homenaje para un jugador que en junio ganó un anillo de la NBA y que en septiembre debe ganar el título de Campeón de Europa. Es el mejor jugador del torneo y España tiene la suerte de que Pau Gasol sea su pívot titular.

Sólo quedan dos partidos para hacerse con la medalla de oro que todos quieren. El próximo será este sábado, a las 6 y media, cuando nos midamos a Grecia o a Turquía. ¿Preferencias? Ya lo han dicho los jugadores españoles: nos da igual el rival, lo importante es que nosotros juguemos a nuestro nivel. Y así, son imparables.