Paulo Bento considera un orgullo haber sido contactado después de Mourinho

Lisboa.- El nuevo seleccionador de Portugal, Paulo Bento, consideró hoy un "orgullo" haber sido contactado para dirigir el combinado luso a continuación de José Mourinho, opción frustrada por la negativa del Real Madrid a cederlo.

El presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), Gilberto Madaíl, "tenía toda la legitimidad para agotar alternativas, no tengo ningún tipo de fragilidad. Para mí es un orgullo ser una opción después de uno de los mejores del mundo, si no el mejor (Mourinho)", justificó Bento, durante su presentación como técnico de "las quinas".

El ex futbolista luso Bento, antiguo entrenador del Sporting de Lisboa, fue ayer confirmado como seleccionador de Portugal en sustitución de Carlos Queiroz y firmó un contrato válido hasta julio de 2012.

El ex jugador del Real Oviedo, de 41 años, asume la selección lusa en un momento delicado, ya que su participación para el Euro de 2012 de Polonia y Ucrania está seriamente comprometida tras el empate ante Chipre (4-4) y la derrota contra Noruega (1-0).

"No tenía sentido venir si el objetivo no fuese la clasificación para el Europeo de 2012, ya que, desde 1996, Portugal apenas falló el Mundial de 1998. Ese es el gran objetivo, clasificar Portugal para el Euro 2012", realzó.

Asimismo, Bento explicó cuál será su principal idea sobre la selección.

"Tenemos que pensar en el nosotros y no en el yo", dijo, y añadió: "Quien venga, tiene que preocuparse exclusivamente con asuntos colectivos".

Por su parte, el máximo responsable de la FPF, Gilberto Madaíl, alabó el carácter y la capacidad de liderazgo de Bento y recordó que ya lo conocía desde que era jugador.

Internacional en 35 ocasiones, el nuevo seleccionador dirigirá sus primeros encuentros oficiales ante Dinamarca en Oporto, el próximo 8 de octubre, y contra Islandia, cuatro días después.

A parte de la crisis de resultados, el entorno de la Federación lusa vive un momento agitado a raíz de la polémica salida de Queiroz.

El antiguo técnico luso dejó el cargo el pasado 9 de septiembre después de que las autoridades deportivas le sancionaron en agosto por entorpecer un control antidopaje antes del Mundial de Sudáfrica.