El Barça gana siempre. Cuando juega bien, cuando juega mal, cuando tiene suerte y cuando no le hace falta tirar de la diosa fortuna. En Gijón pasó por muchos escenarios distintos, pero el resultado fue el mismo de siempre: victoria azulgrana y tres puntos a la buchaca.
Todo hacía indicar que el partido iba a ser un paseo militar, parecido al de la pasada temporada cuando Guardiola ganó su primer partido de liga goleando por 1-6. El Barça dominó hoy como lo hizo entonces y el Sporting se limitó a seguir cómo el balón se movía entre las estrellas azulgranas como quien observa un espectáculo de ballet.
Cierto que los blaugranas no crearon tantas ocasiones como en otras citas, pero más cierto es que jugaron tranquilos, sin miedo, sin prisas, sin temor a recibir un gol. Entraron una y otra vez con la izquierda, con un Pedro que se multiplicaba, y tocaban en el centro del campo a placer, esperando el pase definitivo.
Un pase que llegó cuando menos lo esperaba, en una falta a favor a treinta metros de Valdés que terminó en las mallas de Juan Pablo, el mejor de su equipo. Messi tiró de picardía, sacó la falta a cinco metros de donde se había producido y donde nadie le obstaculizaba, Iniesta vio cómo Pedro comenzaba la carrera y tiró de escuadra y cartabón para asistir al canario que definió sin piedad ante Juan Pablo. Si el árbitro fuera quisquilloso, el gol no hubiera llegado, pero jugadas como ésa hay veinte en cada partido y nunca pasa nada.
La segunda parte comenzó como terminó la primera con un Barça dominador y un equipo que pecaba de exceso de miedo, respeto, admiración... etc. Todo, hasta que Manolo Preciado movió ficha y dio entrada a Barral y Diego Castro y poco a poco el partido cambió. El Barcelona siguió dominando, pero el sporting se fue creciendo, sobre todo visto que su rival no sentenciaba.
Al contrario que en Tenerife y Valladolid, esta vez Valdés no tuvo que hacer paradas decisivas, pero sobre todo en los minutos finales vio rondar el balón por su portería más de lo que le hubiera gustado. Pudo sentenciar, debió sentenciar el Barça mucho antes, pero las estrellas a veces bajan del cielo y se convierten en humanos y Messi, Xavi, Ibrahimovic y compañía lo demostraron.
Mención especial para el sueco. Activo al principio y desaparecido desde el 0-1. En esa jugada, Pedro pudo optar por jugar con Ibra para que marcara a puerta vacía, pero prefirió definir en solitario. Desde ese momento, Ibrahimovic se mostró esquivo, enfadado, pasota y poco motivado. Más le vale que cambie su actitud, porque a Guardiola no le temblará el pulso para dejarle en el banquillo si la situación se repite.
El Barça ganó, merecidamente, pero sufrió más de lo necesario. Si hubiera marcado el segundo en las ocasiones que se le presentaron (multitud en el acoso entre los minutos 25 y 35 de la segunda parte), seguramente hubieran terminado goleando, pero dejaron con vida al Sporting y un equipo guerrero como el de Preciado se deja la vida en cada partido. Lo intentaron pero no pudieron. El Barça es mucho Barça. Con polémica... y sin ella.
Ficha técnica
Sporting: Juan Pablo, Lora, Gregory, Botía, Canella, Rivera, Portilla (Matabuena m 70), Luis Morán, De las Cuevas (Barral m 52), Carmelo (Diego Castro m 57)y Bilic.
Barcelona: Valdés, Pujol, Piqué, Márquez, Abidal, Xavi, Busquets, Iniesta, Messi, Ibrahimovic y Pedro (Bojan m 90).
Gol: 0-1, m.30: Pedro.
Árbitro: Paradas Romero. Mostró tarjetas amarillas a Carmelo (m 10), Lora (m 48), Pedro (m 58), Portilla (m 61), Botía (m 71), Barral (m 75), Messi (m 80), Rivera (m 84) y Pujol (m 90)
Estadio: El Molinón. lleno absoluto con 24.500 espectadores.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios