Pleno argentino con victorias de Mayer, Bagnis y Ormaechea

París, 26 may.- La segunda jornada de Roland Garros se saldó hoy con un pleno de victorias argentinas, con los triunfos de Leonardo Mayer, Facundo Bagnis y Paula Ormaechea.

El más lucido fue el de Bagnis, un jugador de 24 años que nunca había disputado un duelo de Grand Slam y que lo consiguió tras superar la fase previa, al igual que su compatriota Diego Sebastián Schwartzman, que también superó la primera ronda y se medirá con Roger Federer.

Bagnis no desaprovechó la ocasión y venció al francés Julien Benneteau en un maratoniano partido que duró casi 4 horas y media y que acabó con el resultado de 6-1, 6-2, 1-6, 3-6 y 18-16, uno de los más abultados de la historia del torneo.

"En el punto de partido que tuve a mi favor fui a por la victoria como el que va a la guerra, sin nada que perder", declaró el joven tenista, que rompió a llorar tras la victoria y en rueda de prensa dedicó el triunfo a su abuelo fallecido.

"Cuando terminé me acordé de él, que siempre soñó con verme disputar algún gran torneo. Era mi mayor fan y me habría encantado que hoy pudiese verme", apuntó.

En la tercera pista más importante del torneo, Bagnis se había adjudicado con cierta facilidad las dos primeras mangas ante el francés, que parecía no entrar en el juego.

Pero la reacción en las dos siguientes no se hizo esperar y el juego del argentino bajó muchos enteros.

Cedió dos mangas y abocó el partido a un duelo largo, en el que ninguno de los dos parecía querer entregar la victoria, que acabó cayendo del lado del Bagnis.

Su rival será el letón Ernests Gulbis, que se impuso al polaco Lukasz Kubot por 4-6, 6-4, 7-5, 6-1.

El argentino destacó de Gulbis "su gran saque" y lo "sólido que se muestra siempre desde el fondo de la pista", al tiempo que aseguraba que enfrentará al letón desde un juego ofensivo.

"A estas alturas del cuadro no se puede salir a la cancha a ver qué pasa, hay que ir a por los partidos", puntualizó Bagnis, satisfecho por la victoria pero sobre todo por "el sufrimiento" con el que la había alcanzado. "En la pista no se disfruta", resumió.

Cuatro sets tuvo que jugar Leonardo Mayer para deshacerse del australiano James Duckworth, procedente de la previa y que terminó cayendo 5-7, 6-2, 6-4, 7-6 (2).

El argentino, número 65 en la lista de la ATP, comenzó "muy nervioso" el partido, pero el hecho de venir con más ritmo que en la edición pasada, en la que apenas pudo prepararse, sirvió para decantarlo a su favor.

El rival de Mayer saldrá del duelo entre el canadiense Vasek Pospisil y el ruso Teymuraz Gabashvili.

Paula Ormaechea logró hoy el pase a segunda ronda de Roland Garros tras derrotar a la suiza Romina Oprandi por 7-5, 6-2, en 1 hora y 18 minutos.

La número 75 del mundo también admitió haber entrado al partido "nerviosa y errática" y con el recuerdo "de la dureza" de su rival, a la que se enfrentó por primera vez hace tres años.

De los nervios, dijo, se pudo deshacer a medida que avanzaba el encuentro. "Al final he conseguido jugar suelta y cerrar bien la segunda manga", comentó.

Satisfecha, la argentina insistió en la importancia de no pensar que está en Roland Garros, sino "en un torneo más", y dijo encarar el Grand Slam, en el que participa por tercer año consecutivo, "tranquila y con cero presión".

"Si bien los resultados no han acompañado mucho últimamente, sí lo ha hecho el juego", precisó Ormachea, de 21 años, al tiempo que destacaba lo difícil que es enfrentarse a Oprandi, cuyo estilo le hace "diferente, imprevisible; nunca sabes por dónde te va a salir".

La tenista argentina, que el año pasado alcanzó los dieciseisavos en París, se medirá en segunda ronda contra la rumana Monica Niculescu, que ayer venció a la estonia Kaia Kanepi, vigésimo quinta cabeza de serie.

Ormachea llegaba a París tras haber sumado dos derrotas consecutivas, en Roma y en Estrasburgo.