Ponferrada llama a la Vuelta

José Luis Sorolla

Monte Castrove (Pontevedra), 11 sep.- El Mundial de Ponferrada está muy cerca y la Vuelta 2014 ya ha empezado a sentir su llamada en un pelotón del que muchos han empezado a desertar.

La marcha del suizo Fabian Cancellara (Trek) o el belga Tom Boonen (Omega Pharma) en la decimoctava jornada ha dejado claro que los que no tienen ninguna opción en la Vuelta ya centran su mente en conservar sus fuerzas para intentar pelear dentro de dos semanas por el jersey arcoíris.

De hecho, la segunda jornada de descanso de la carrera en La Coruña sirvió para que la cita mundialista ponferradina irrumpiera de manera casi abrupta entre los temas a seguir, cuando el líder de la prueba, Alberto Contador (Tinkoff-Saxo), anunció su renuncia a formar parte de la selección española.

El revuelo montado por la ausencia por decisión personal del madrileño sigue presente en el pelotón y se disipará cuando el seleccionador Javier Mínguez anuncie el viernes en Cangas de Morrazo la preselección del equipo con el que España luchará por sumar su sexto título mundial en carretera.

Al margen de la polémica por el combinado español, el efecto llamada para preparar la cita mundialista, una peculiar carrera en la que los ciclistas por un día dejan de vestir las camisetas de sus respectivas formaciones y tienen que colaborar con ciclistas que el resto de la temporada son rivales en la ruta, ya empezó a dejarse notar hace unas cuantas etapas.

El primero en irse fue el contrarrelojista alemán Tony Martin (Omega Pharma), que aspira a sumar su cuarto título mundial consecutivo en la especialidad, tras ponerse a prueba en la contrarreloj entre el Monasterio de Veruela y Borja que ganó. Cinco días después se bajó de la bici.

Cumplido su objetivo de ganar la cronometrada, su presencia en la carrera española le sirvió también al teutón para afinar su preparación en algunas jornadas concretas en las que puso en fila al pelotón o se metió en escapadas con el objetivo de hacer entrenamientos de calidad.

Algo similar ha hecho también Fabian Cancellara, que en tierras leonesas se centrará en la carrera de ruta. "Espartaco" hizo lo propio camino de La Farrapona, en la etapa reina, en la que con un grupo de escapados por delante, atacó desde el pelotón con la intención de afinar su puesta a punto.

El colombiano Rigoberto Urán (Omega Pharma) concluyó sufriendo mucho esa misma etapa asturiana, en la que salió de los diez primeros clasificados como consecuencia de "una bronquitis asmática". El de Urrao había venido a luchar por la camiseta roja, pero los problemas de salud se lo estaban impidiendo y allí lo remataron. Lo que no quería "era correr ningún riesgo tanto para poder estar en el Mundial como para lo que resta de temporada", dijo.

"Quiero ser útil al equipo para la contrarreloj. Estoy en buena forma por lo que realmente me gustaría estar allí. Mi participación en el Mundial dependerá de lo que los resultados de las pruebas médicas digan estos próximos días", añadió.

También se fue porque lo tenía pactado con su equipo Francaise Des Jeux, aunque luego intentaron que siguiera porque se habían quedado en cuadro, el francés Nacer Bouhanni, vencedor de dos etapas al esprint y que dada la benevolencia del circuito ponferradino piensa que puede estar en condiciones de pelear por la victoria.

Sin embargo, el alemán John Degenkolb (Giant), otro de los que sueñan con vestir la camiseta blanca con el arcoíris, suma cuatro victorias en la Vuelta, confía en incrementarla el antepenúltimo día y mantenerse de verde, por lo que parece que el domingo llegará a Santiago.

La preparación en la Vuelta para los mundiales ha sido bastante provechosa en los últimos años y un buen porcentaje de los que compitieron por sus carreteras terminaron subiendo al podio e incluso haciéndose con el título.

En eso también piensan los otros dos españoles que luchan por el podio en la Vuelta y fueron medallistas en el Mundial de Florencia 2013, Alejandro Valverde (Movistar) y Purito Rodríguez (Katusha). A ninguno de los dos parece pesarles la ajetreada temporada que llevan y su intención es hacerse con la prenda que hace un año se les escurrió entre las manos, mientras siguen por ver si son capaces de subirse al cajón dentro de tres días.