La vacuna no acelera los planes

El Gobierno choca con Tebas y rechaza la vuelta del público a estadios en enero

El Consejo Superior de Deportes prevé que los espectadores puedan ver fútbol en directo "antes de que acabe la temporada", pero rechazan que esto coincida con el inicio de 2021.

Javier Tebas
Javier Tebas
EFE

El anuncio del presidente de LaLiga, Javier Tebas, de que espera que haya público en los estadios de fútbol a partir de enero choca con quien tiene el poder de decidir cuándo se producirá el regreso. El Gobierno no tiene intención de poner en marcha un plan para que los espectadores regresen a los campos en el primer mes de 2021, según explican fuentes gubernamentales a La Información. La idea del Consejo Superior de Deportes es que esto ocurra "antes de que acabe la temporada". Pero antes de dar ese paso, se prepararán los protocolos sin acelerar los mismos, ya que no hay nada cerrado. Ni siquiera está claro cuál será el aforo que se permita en una primera fase, destacan las mismas fuentes consultadas por este diario. 

Tebas ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que los partidos se jueguen con aficionados presentes este mismo martes, en una entrevista que le ha realizado el programa 'Jugones', de laSexta. Según ha señalado el responsable de la patronal de los clubes de futbol, su esperanza es que ya haya público a partir de enero, descartando que fuera en un mes más tardío como febrero. Unas declaraciones que son más un deseo que un vaticinio, ya que fuentes del Ejecutivo rechazan que vaya a ser así. De hecho, las mismas fuentes señalan que en las últimas reuniones mantenidas entre el CSD y los equipos de Primera y Segunda División no se ha tratado este asunto. Por lo que señalan que quien más alude a esta cuestión es el propio Tebas.

Por el momento no hay planes de cómo será la desescalada en los campos, aseguran fuentes del Ejecutivo. Esta situación contrasta con el panorama que afrontan Reino Unido, Italia o Francia, que entre diciembre y enero prevén que se concedan los permisos a la Premier League, el Calcio y la Ligue 1 para que haya aforos reducidos. Un planteamiento que ya nace rodeado de dudas por lo ocurrido en Alemania o Ucrania. Estos países se lanzaron a permitir un porcentaje pequeño de asistentes en las primeras semanas de otoño. Pero la situación de la pandemia en sus territorios ha provocado que den marcha atrás debido al aumento de la incidencia acumulada. 

Lo único que tienen claro en el Ejecutivo de coalición es que su deseo es que se ponga fin a la prohibición total "antes de que acabe la temporada", dicen las fuentes consultadas. Una previsión nada concreta que que supone que se contemple abrir las puertas en febrero, contentando en cierta manera LaLiga, o que incluso se retrase hasta mayo, que es el mes en el que se disputarían los últimos partidos del campeonato. Este último sería el escenario más conservador. E iría en contra de los intereses de Tebas y los suyos, que desde la suspensión del torneo por la pandemia reclaman pasos para que las gradas puedan volver a la normalidad poco a poco. Su argumento es que las deudas de los clubes están aumentando. Algo que se explicaría con la desaparición de los ingresos por entradas y abonos, que supone un golpe de más del 40% para las cuentas de los equipos. 

Las vacunas tampoco han alterado la postura del CSD. Según explican fuentes del departamento de Irene Lozano, en el Gobierno ya contaban con que los avances científicos contra el coronavirus despuntaran en los primeros meses del año. Pero aunque admiten que las buenas noticias se han adelantado unas semanas, no tienen la intención de acelerar los planes para favorecer que los aficionados puedan ocupar butacas en el Santiago Bernabéu, el Camp Nou o el Ramón Sánchez-Pizjuán. Una idea que encaja con el principio de prudencia que ha reclamado en todo momento el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ha insistido en varias ocasiones en que lo referente al público en los campos no era una prioridad dadas las altas cifras de contagios o de fallecidos que se contabilizan desde hace semanas. Tampoco se ha abierto el debate sobre el aforo máximo que se permitirá.

Este episodio es tan solo uno más en el que las diferencias de criterio entre LaLiga y el Gobierno salen a relucir. Las limitaciones por la crisis sanitaria han generado miles de millones en pérdidas para los equipos profesionales de fútbol, y no solo por la imposibilidad de ingresar por entradas o abonos de temporada de los socios. La caída en el consumo y las dificultades para disputar partidos en otros países a cambio de grandes sumas económicas ha impactado de lleno en las arcas de estas entidades. La cercanía de las vacunas ha llenado de esperanza a un sector al que siguen millones de personas en todo el mundo. Pero el golpe de este año va a sentar un precedente en el modelo actual del fútbol. Las rebajas de sueldo a los futbolistas han sido el primer paso. Falta por ver cómo afecta a los derechos de televisión. Que es algo que salpicaría, precisamente, a Javier Tebas y su patronal. 

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