A Rober le ha debido mirar un tuerto. El canterano del Rayo Vallecano afrontaba, en teoría, una de las semanas más felices de su vida. El fin de semana pasado no sólo entró en la convocatoria en el partido ante el Sporting de Gijón, sino que salió en el once inicial. El único problema fue que el Sporting se llevó los tres puntos.
Pese a todo, Sandoval decidió seguir contando con él y volvió a ser el lateral izquierdo ante el Barça. Otra oportunidad para demostrar lo que vale, y ante un grande.
Sin embargo, parece que no hay quien le quite la mala suerte de encima. A los 21 minutos de juegos Alexis Sánchez le ganó la espalda y, antes de que recibiera un pase de Messi, se vio obligado a derribarle. Se ganó la tarjeta amarilla.
Pero lo peor estaba por llegar. Sólo cinco minutos después, de nuevo Alexis Sánchez ganó la espalda a la defensa rayista, se plantó ante Cobeño y le regateó. El chileno disparó pero su tiro no iba ni a portería. En esas apareció Rober para empujar sin querer en balón al fondo de las mallas.
Para redondear su semana de mal fario, al resbalar por el suelo acabó golpeando el poste de la portería y se hizo mucho daño en la pierna. Tanto que al final tuvo que ser sustituido.
Seguro que Rober no recordará su primera semana en Primera como la más feliz de su vida. Seguro que su segunda semana en el fútbol profesional será mejor.
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