No se cansa de marcar; Cristiano Ronaldo es insaciable. El sábado, en el partido ante el Málaga, acabó pidiendo perdón a la afición tras anotar el penalti con el que sentenció el partido. Se lamentaba de haber fallado una y mil veces ante un Willy Caballero que estuvo casi perfecto. Ante la Juventus puso fin a su corta penitencia anotando por dos veces a Buffon y completando un partido redondo.
Apenas habían arrancado a sudar los jugadores cuando el luso ya estaba celebrando con sus compañeros y con la afición su primer tanto. El pase magistral de Di María desde la frontal le dejó sólo ante Buffon, al cual engañó con la cadera. A portería vacía sólo tuvo que girar el pie para abrir el marcador. Era su gol número 56 en su historia en la Champions, igualando a un mito como Ruud Van Nistelrooy.
No contento con ello, Cristiano acudió a por el balón cuando el árbitro señaló el penalti sobre Sergio Ramos. Con la tranquilidad de haber ejecuato miles de penas máximas y de haber batido a casi todos los porteros a los que les ha lanzado un tiro desde los once metros, el portugués se dirigió hacia la señal de cal. Colocó el balón y cogió carrera. El Bernabéu enmudeció antes de explotar de júbilo al ver cómo la pelota entraba a media altura y pegada al palo derecho de Buffon.
Un tiro imparable para continuar con una racha igualmente imparable. Con ése, eran ya siete goles de Ronaldo en los tres primeros encuentros de la actual Champions League. Tal registro sólo lo había conseguido Inzaghi en la temporada 2002/2003. En total en la competición son ya 57, a seis de Messi y a catorce de Raúl.
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