Dos empates consecutivos en la Liga ante Málaga y Villarreal han reducido la ventaja del Real Madrid sobre el Barcelona a seis puntos, y también han crispado a los miembros del equipo blanco, hasta el punto de que ni José Mourinho ni Aitor Karanka, primer y segundo entrenador, ni ninguno de los jugadoreshan hablado con los medios de comunicación desde la crisis en El Madrigal. Ni después de ese encuentro ni antes del que ahora le va a enfrentar a la Real Sociedad.
La ley del silencio autoimpuesta por el Real Madrid ha sido la última consecuencia de un partido ante el Villarreal que ha dejado a Mourinho en la grada en este partido ante la Real Sociedad, y con él a Mesut Özil, Pepe, Lass Diarra y el preparador físico Rui Faria. Ahora, el líder de la Liga BBVA está obligado a ganar a la Real Sociedad y a convencer con su fútbol a la afición después de unos últimos partidos donde no ha brillado como jornadas antes. Toca hablar en el campo.
Para vencer a la Real Sociedad, la defensa blanca estará bajo mínimos. Mourinho ha tenido suerte de que a Sergio Ramos le quitasen una de las tarjetas que vio porque si no, se hubiera quedado sin ninguno de sus centrales titulares, a los que se uniría la baja de Ricardo Carvalho, lesionado. Hasta el momento, el técnico ha preferido a estos jugadores antes que al francés Raphaël Varane y a Raúl Albiol.
En ataque, sin Özil, podría volver Esteban Granero para reforzar el centro del campo, dejando a Kaká para hacer la labor del alemán y por delante Cristiano Ronaldo y uno de los dos delanteros, Karim Benzema o Gonzalo Higuaín, con más opciones para el segundo para así dar descanso al francés antes de la Champions. Suficientes argumentos para ganar a una Real sociedad que no lo va a poner nada fácil y que ya dio muchos problemas al Barcelona en su visita al Camp Nou, donde sólo perdió por la mínima.
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