Recorriendo Santiago de Chile sobre dos ruedas

  • La bicicleta se ha convertido en una opción asequible para los turistas y un medio de transporte alternativo para ir al trabajo entre los chilenos.
La Bicicleta Verde ofrece paseos alternativos por la ciudad
La Bicicleta Verde ofrece paseos alternativos por la ciudad
lainformacion.com
Pascale Bonnefoy | GlobalPost

(Santiago, Chile). Peter Murphy pensaba que el turismo en Santiago era muy aburrido. Por eso se buscó un socio, compró unas bicicletas, las pintó de color verde y creó su empresa de turismo, sobre dos ruedas.

Ahora La Bicicleta Verde enseña a los turistas las calles desconocidas de la capital y los lugares que normalmente no aparecen en las guías de viajes.

"Santiago es increíble, pese a que a los chilenos no les guste su propia ciudad. Con el turismo tradicional de autocares, se pasa un montón de tiempo en atascos y hay muchas calles por donde no puedes pasar porque son muy pequeñas. Por ejemplo, nunca llegarás a un mercado", explica Murphy.

La Bicicleta Verde es una de las dos empresas de este tipo en la ciudad. La otra es Paseos en Bicicleta, creada hace un par de años y que también se especializa en circuitos urbanos no tradicionales tanto de día como de noche y paseos a viñedos.

Murphy, un fanático de la bicicleta de montaña, nació en Kansas y estudió en el Gordon College de Massachusetts. Vino a Chile en el 2003 para realizar un máster en política internacional. Al año siguiente, estaba enseñando en la Universidad de Chile y comenzó a buscar fórmulas para mezclar la bicicleta y el turismo.

En el 2007 se asoció con Joel Martínez, un abogado chileno que iba en bicicleta a todas partes. Martínez vendió su bufete y decidieron unir fuerzas y experiencia.

El resultado fue una agencia con tours por la ciudad tres veces al día, paseos en mountain bike por las colinas de la ciudad y escapadas a los viñedos cercanos a Santiago. Comenzaron con 10 bicicletas. Ahora tienen una flota de 45 bicicletas de paseo y 20 mountain bikes. Su primer cliente fue un turista chino de 80 años.

Acompañados por un guía chileno bilingüe y un ciclista de apoyo, una pareja australiana y esta reportera nos embarcamos en una visita por el barrio bohemio de la ciudad. Pasamos por la casa del poeta y premio Nobel, Pablo Neruda, recorrimos una zona comercial llena de tiendas chinas, el mercado central, la Plaza de Armas y el Parque Forestal, uno de los más grandes de la capital.

"Es la primera vez que hacemos un tour en bicicleta y creo que ayuda a tener una primera orientación de la ciudad. Si vas en autocar, te pierdes la mitad, lo auténtico", señala Andrew Clark, marino de la armada australiana, mientras toma un zumo de fresa y prueba las sopaipillas y los cacahuetes cubiertos con ají (chile).

El recorrido fue fácil: un día tranquilo de vacaciones, con poco tráfico y escasa gente en la calle. Pero en un día normal, los chilenos tienen miedo a coger la bicicleta. Los conductores prácticamente no prestan atención a los ciclistas, faltan infraestructuras y a menudo, sólo vale el instinto de supervivencia.

"Chile no tiene una cultura de la bicicleta. La gente y los coches no respetan a los ciclistas. Lo he visto y vivido. Las rutas ciclísticas de la ciudad son para ir de paseo, no para usarlas como medio de transporte. Hay sólo unas pocas rutas útiles, en el resto, los coches intentan matarte", afirma Daniela Werner, la guía de La Bicicleta Verde.

La aparición de La Bicicleta Verde y Paseos en Bicicleta coincide con el interés de algunos chilenos de considerar los paseos en bicicleta no sólo como una diversión sino también como un medio de transporte. La capital es relativamente plana, hay contaminación y atascos y no llueve mucho. Son las condiciones ideales para moverse en bicicleta.

Los defensores de las dos ruedas afirman que si se usara como medio de transporte se reduciría el tráfico y la contaminación. Pero ante la falta de infraestructuras y el escaso respeto de los conductores, la mayoría de los chilenos no se atreve a coger una para ir al trabajo ni para dar un paseo por la tarde.

Al igual que la historia del huevo y la gallina, ¿qué surgió primero, los ciclistas o los carriles bici? Los ciclistas ya están aquí y tienen una serie de organizaciones que les representan. Ciclistas Furiosos fue una de las primeras y ya lleva 15 años. Organiza paseos por la ciudad para cientos de personas el primer martes del mes.

También está Ciclorecreovía, que ha logrado que dos ayuntamientos de la capital cierren varios kilómetros de calles durante los domingos para que los residentes puedan pasear en bicicleta, en patineta o simplemente a pie.

"Creo que el tema de la bicicleta comienza a cobrar fuerza. Todo el mundo que está en este negocio (las tiendas de venta de bicicletas, las agencias de viajes o la gente que va al trabajo en dos ruedas) dicen que hay un auge", afirma Murphy.

El gobierno también ha tomado nota. Desde el 2007 el gobierno del área metropolitana de Santiago está implantando el "Plan Maestro de Ciclovías", que incluye la construcción de casi 430 millas de carriles bici en los próximos dos años. Aunque las organizaciones de entusiastas de la bicicleta están contentas con los carriles bici, también se quejan de que muchas de las rutas existentes son demasiado estrechas, peligrosas y carecen de iluminación, señalización o lugares para aparcar.

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