(reportaje) el eterno recuerdo de los juegos paralímpicos de londres 2012


El Comité Paralímpico Español recibió hace pocos días un curioso regalo: uno de los pétalos que compusieron el pebetero de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, formado por 165 piezas de cobre, una por cada país participante. Desde él, la llama paralímpica presidió el Estadio británico entre el 29 de agosto y el 6 de septiembre del pasado año y fue testigo de algunas de las mayores hazañas deportivas de la historia.
El encendido de la llama es uno de los rituales más antiguos y uno de los secretos mejor guardados en la ceremonia de inauguración de unos Juegos. En Londres, el pebetero simbolizó la unidad de las naciones y, siguiendo con este espíritu, cada país ha sido obsequiado con una pieza que aún conserva las marcas del fuego que contuvo.
De hecho, se considera que los Juegos Paralímpicos comienzan con el prendido de la llama y concluyen con su extinción, procesos que tienen lugar en sendas ceremonias de inauguración y de clausura en el Estadio Olímpico.
El fuego paralímpico cobró vida poco después de que Stephen Hawking, el científico más conocido de la actualidad, irrumpiera en una colorida ceremonia de inauguración presidida por la reina Isabel de Inglaterra.
Así, en los instantes finales de esa ceremonia, la llama apareció en una antorcha que portaba Joe Townsed, militar aspirante a triatleta paralímpico, que descendió en tirolina desde lo alto de la cercana torre ArcelorMittal Orbit hasta el Estadio Olímpico.
El fuego pasó después al futbolista ciego David Clarke y la última relevista fue Margaret Maughan, la primera campeona paralímpica de la historia (en Roma’60), que encendió una llamarada diminuta en uno de los pétalos de cobre del pebetero, hasta que la flama encendió el resto de pétalos, los cuales emergieron suavemente hasta el cielo hasta convertirse en un única llama, en un lateral del estadio.
Después de 11 días de competición, el grupo musical Coldplay deleitó a los 80.000 espectadores que abarrotaban las gradas del Estadio Olímpico durante la ceremonia de clausura, en la que el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Phil Craven, afirmó que se habían visto “los más grandes Juegos Paralímpicos de la historia”.
El apagado de la llama correspondió a dos deportistas británicos que brillaron en Londres 2012; el atleta Jonnie Peacock, que derrotó al mediático Oscar Pistorius en la final de los 100 metros lisos, y la nadadora Ellie Simmonds, que logró cinco medallas en la capital británica.
Una vez extinguida la llama, el Comité Organizador de los Juegos de Londres 2012 se comprometió a enviar un pétalo del pebetero a cada país participante. A cambio de este original regalo, el estudio encargado de su diseño ha solicitado a cada comité paralímpico nacional una imagen de su presidente con el pétalo.
Ésta ha sido una de las primeras y más emocionantes fotografías en que ha aparecido Miguel Carballeda tras ser reelegido como presidente del Comité Paralímpico Español.
Efectivamente, Carballeda fue reelegido el pasado 22 de enero como presidente de la máxima institución deportiva española de personas con discapacidad y afronta ya su tercer mandato de cuatro años. La Asamblea General del Comité Paralímpico Español le designó por unanimidad de sus miembros (22 votos).

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