"Son cosas que se dan. No pude la final, pero con bastante ánimo para la siguiente competencia", afirmó tras su participación en el grupo A de la ronda clasificatoria.
Rodríguez sólo tuvo un lanzamiento válido, el primero, que llegó a 70,57 metros. No era bastante para clasificarse directamente, ya que la distancia de corte era 72,50, pero le dejaba por el momento sexta, a la espera de las dieciséis competidoras del grupo B.
Accedían a la final las doce mejores del cómputo global y la venezolana fue la décima al final de la prueba, con lo que avanzó como una de las repescadas.
Pero en el momento de sus declaraciones a los periodistas después de su último lanzamiento pensaba que ya estaba eliminada.
"Hay pequeños errores técnicos que tengo que mejorar para superar esto. Se me adelanta mucho el martillo, tengo que trabajar más la rotación de la pierna derecha", dijo.
"Los nervios son inevitables. Hay que trabajar y tratar de aprovechar ese aumento de adrenalina que hay en la competencia. Estoy un poco molesta conmigo misma. Sólo queda trabajar y trabajar", señaló, decepcionada, la campeona panamericana, que lanzó por debajo de su mejor marca personal esta temporada, de 73,06 metros.
Incluso señaló que su próximo reto eran ya los Juegos Olímpicos de Rio y avanzó cómo piensa hacer la preparación para Brasil.
"Comenzaremos desde enero, que me iré a Eslovenia a entrenar y ya ahí directo a Rio de Janeiro. Voy a trabajar un poco la parte física, perder peso, aumentar velocidad y ganar masa muscular", avanzó.
Pero antes de ello tendrá que competir el jueves en la final de martillo del Mundial de Pekín, algo con lo que no contaba en ese momento.
dr/app
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