"Somo realistas, sabemos que no tenemos los medios como para ganar a Francia (...) Pero queremos demostrar que somos un adversario duro y que haremos buenos partidos", comentó a la AFP el presidente de la federación, Hari Dumitras.
Con 8.000 licencias solamente y un campeonato nacional agonizante, Rumanía apenas tiene relevancia en el concierto de selecciones, muy lejos de la edad dorada en donde batieron a los Bleus, en los 90.
Si los 'Robles' nunca se han perdido una cita mundialista desde 1987, todavía buscan un éxito ante alguna de las potencias del mundo oval. No estuvieron lejos en 2011 contra Escocia, antes de derrumbarse en los diez minutos finales (34-24).
Rumanía, que quedó por detrás de Georgia en el Campeonato de Europa de Naciones, el Seis Naciones 'B', hizo una preparación contra rivales de su nivel como Namibia, o una Argentina 'B' o un club (Edimburgo).
El partido contra Canadá, el 6 de octubre, concentra todas las esperanzas rumanas para no volver de vacío a su país. Si consiguen la victoria, podrían buscar la hazaña de ganar a Italia en el último partido del grupo el 11 de octubre en Exeter.
"Pienso que podemos ser arriesgados y ganar a Italia, si nos mantenemos constantes durante el partido, sólidos en defensa y jugar nuestros puntos fuertes", predijo Dumitras.
"Ganar dos partidos es un objetivo ambicioso, pero creo que realizable. Es importante ya que nos debería asegurar una plaza directa para la próxima Copa del Mundo en 2019", reservada para el tercero de cada grupo.
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