Rusia e Italia se disputan el trono continental cedido por España

  • La selección rusa de fútbol sala, que en semifinales doblegó al combinado español y puso fin a la hegemonía del cuadro dirigido por José Venancio López, buscará el título de campeón continental ante el equipo italiano, verdugo de Portugal en la penúltima ronda del Campeonato de Europa celebrado en Amberes.

Madrid, 7 feb.- La selección rusa de fútbol sala, que en semifinales doblegó al combinado español y puso fin a la hegemonía del cuadro dirigido por José Venancio López, buscará el título de campeón continental ante el equipo italiano, verdugo de Portugal en la penúltima ronda del Campeonato de Europa celebrado en Amberes.

Tras nueve años de dominio español, el fútbol sala europeo inaugurará un nuevo reinado después de que un gol de Robinho a falta de 66 segundos para la conclusión del tiempo extra apeara a España de la final y situara a Rusia en disposición de coronarse campeona.

El cuadro ruso, subcampeón en la pasada edición del torneo, llegó a la ciudad belga dispuesto a imponerse en el último encuentro del campeonato. Un objetivo que los pupilos de Sergei Skorovich tienen a su alcance después de varios años a la sombra de España. "Por eso era tan importante ganarles", confesó tras el encuentro Robinho.

"Llevamos muchos años en lo alto, hemos jugamos grandes partidos pero todavía no hemos podido ganar un trofeo importante", agregó.

En su búsqueda de la medalla de oro, Rusia se encontrará con el espíritu colectivo y la ambición del combinado transalpino, tercer clasificado en los últimos campeonatos de Europa y del mundo.

"No fue fácil llegar hasta aquí", comentó el capitán italiano, Gabriel Lima, tras doblegar a Portugal (4-3) en semifinales. "Lo entendimos después de perder el primer partido del torneo, cuando nos encontramos en una lucha cuesta arriba. Pero, una vez más, jugamos con corazón, paciencia y cabeza y lo conseguimos", abundó.

El liderazgo mostrado por los catorce futbolistas italianos es el gran valor de una selección que no renuncia a recoger el testigo de España y teñir de dorado el metal que ya se han asegurado.

El vigente campeón de Europa, en cambio, tendrá que conformarse con aspirar a ocupar el tercer escalón del podio. Un premio menor para una selección que brilló a lo largo del torneo. "Esto nos hace valorar mucho más lo que hemos conseguido y, evidentemente, no nos podemos ir de aquí sin el bronce", ambicionó José Venancio López.

Mostrar comentarios