Estados Unidos empieza a recuperar la normalidad. Cinco días después del atentado de Boston, 7000 maratonianos participaron en el Maratón de Salt Lake City. Eso sí, al igual que ocurrió tras el 11S, nada volverá a ser igual. Antes de comenzar la competición, un amplio dispositivo de la policía rastreó cada centímetro.
Perros policía y personal militar velaron por la seguridad del evento horas antes de que este se disputase. Apenas unas horas después de la captura de Dzhokhar Tsarnaev, la ciudad de Utah celebró su prueba con algo de psicosis aún en el ambiente. Al inicio de la carrera se guardó un emotivo silencio por las víctimas y en la llegada una pancarta firmada también recordaba los sucesos de la ciudad de Massachusetts.
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