Saviola y el gol que puede suponer su regreso a Barcelona

"Me encantaría vivir en España cuando me retire con mis dos hijos. Estuve mucho tiempo, coseché grandes cosas y será un gran destino para vivir. Barcelona es una gran candidata, cuando estuve en Madrid también me gustó", contó a la AFP tras el entrenamiento del viernes.

"El gol sería la frutilla que le falta a mi carrera. Estoy en las instancias finales y si lo logro...", añade cuando se le recuerda la promesa que tiene que cumplir si acierta con el gol de oro.

Acababa de aparecer por el túnel tras el entreno y saludó con cariño a los enviados especiales de las radios españolas, a los que conoció hace 14 años cuando fichó por el Barcelona como una de las mayores promesas del fútbol mundial.

Tras debutar con River a los 16 años rompiendo varios registros de precocidad, tres años después el Barcelona pagó 40 millones de dólares por sus servicios.

"Ha sido especial estar en los dos clubes, son los dos que me han marcado, uno en el que nací y otro porque me dio la posibilidad de ser conocido mundialmente, pasé cinco años e hice muy buenos amigos", explica.

El 'Conejo', que cumplió 34 años hace una semana, mantiene su cara de niño, pero ya peina alguna cana en las patillas. Está de vuelta en el fútbol tras jugar en ocho equipos europeos durante 14 años.

Regresó a River para echar una mano este año, en el que el club festejó su tercera Libertadores.

Pero su rendimiento no ha sido el que esperaba. Habitual revulsivo, todavía no ha hecho su primer gol y en la semifinal del Mundialito ni siquiera saltó al césped.

El domingo se reencontrará con dos jugadores con los que coincidió en su etapa azulgrana, Andrés Iniesta y su compatriota Messi, además del ahora técnico Luis Enrique.

"Ojalá se recupere, como compañero y como persona le tengo un grandísimo aprecio, ojalá que pueda solucionar sus problemas de salud y jugar", dijo sobre Messi. "Andrés está en un momento brillante", añadió sobre Iniesta.

Su amistad con Messi comenzó cuando la 'Pulga' despuntaba en las categorías inferiores. El arquero Roberto Bonano y él, los dos argentinos de aquella plantilla, le transmitieron su cariño.

"Se hablaba de él entonces, de un chico argentino que podía llegar a ser buen jugador, pero nadie se imaginaba lo que ha sido", recuerda.

En un partido de aquella época Messi, que jugaba en el cadete, recibió un codazo y tuvo que ir al hospital. Cuando Saviola se enteró le envió su camiseta para desearle una pronta recuperación.

"Al ser compatriotas hicimos buenas migas rápido. Luego nos encontramos en varios entrenamientos cuando yo me iba y siempre fue de la misma manera, una persona muy humilde", recuerda el 'Conejo', que luego compartió selección con la estrella.

Saviola dejó un cadete en 2004 y cuando regresó después de dos años de cesión, uno en Sevilla y otro en Mónaco, se encontró con un jugador del primer equipo dirigido por Frank Rijkaard.

"Sabemos lo que representa para el Barça y en el mundo futbolístico lo que es, es un jugador increíble", comenta.

Finalmente recordó la trascendencia del duelo para River Plate: "Definitivamente con toda la gente que ha venido aquí será un partido que dejará marcada la historia del club".

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