Seis años es un mundo para un equipo que siempre buscó la excelencia en la máxima competición europea. Tras innumerables días esperando escuchar el sonido de la Champions League sobre la hierba del Pizjuán, el Sevilla volvió a la competición futbolística por excelencia con una victoria ante el Borussia Monchengladbach gracias a dos tantos de Gameiro y Banega desde el punto de penalti y otro de Konoplyanka a falta de cinco minutos para el final del un encuentro que deja un poso de felicidad en un Sánchez Pizjuán que a día de hoy lo apostaría todo a la clasificación.
El Borussia era el rival 'débil' del grupo pero esto son minucias cuando tienes la mala baba de quedar en un grupo tan difícil. El de la muerte. Y claro, no todo iba a ser tan fácil. El conjunto germano estaría en condiciones de disputar la clasificación en cualquier grupo donde habiten menos petrodólares y jugadores con talento. Emery optó por Gameiro en detrimento de Fernando Llorente en la punta de ataque y el galo tuvo hasta tres ocasiones claras en una primera mitad donde el cuadro sevillista salió temeroso. La música de la Champions impone demasiado.
Antes de que Gameiro mandara un remate de cabeza al lateral de la red y estrellara un balón cruzado contra Sommer, Reyes tuvo la mejor ocasión de los primeros 45 minutos. Vitolo, que hizo otra oda a la verticalidad, estrelló el balón en el palo y el capitán sevillista, que debutaba con su club de toda la vida en Champions League, recogió el rechace pero mandó el balón alto cuando lo tenía todo para hacer el primer tanto del Sevilla en la competición.
No tardó en llegar. Porque no se había cumplido un minuto de la puesta en escena tras el descanso cuando Sommer, héroe minutos antes ante el francés, se la volvería a ver con el delantero desde el punto de penalti. Esta vez ganó el jugador del Sevilla. El portero arrolló a Vitolo dentró del área y el ariete colocó el balón de forma excelsa de la escuadra derecha alemana. 1-0 y a pensar en administrar esfuerzos. Quizá Emery soñó con una segunda parte sin cafeína Gameiro volvió a verse en el punto de penalti un minuto después después de que Vitolo volviera a ser atropellado dentro del área. Mismo protagonistas pero esta vez ganó la madera.
Tras el impacto producido por ver dos penaltis en un minuto el partido se embozó. El Borussia mantenía el esférico con el objetivo de poder llegar a la meta defendida por Sergio Rico con posesiones largas, y el conjunto hispalense lo encomendó todo a la contra. Raffael metió miedo tras un error de Kolo cerca del área y Reyes y Banega pudieron dictar sentencia para los de Emery. Pero aún habría lugar para otro penalti. El tercero de la noche y también justo. Gameiro fue zancadilleado dentro del área y esta vez fue Banega el que no perdonó desde los 11 metros. Este fue el gol de la sentencia que animó a un Sánchez Pizjuán que se dedicó a ovacionar al rey de la Europa League durante los 20 minutos restantes.
Pero lo mejor estaba por llegar. Porque Konoplyanka, un jugador que está destinado a enamorar a una afición loca por la música después de su regreso triunfal a la Champions League. El ucraniano lanzó un centro desde la derecha que se coló en la portería germana. Fiesta total por un Sevilla que vuelve por la puerta grande. Estén atentos.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios