Sevilla nunca había perdido antes de vuelta de una eliminatoria hasta Bilbao

Curri Carrillo

Sevilla, 28 abr.- El Sevilla, que con su derrota en Bilbao (3-1) se ha despedido prácticamente de sus opciones de meterse en la Liga de Campeones, nunca había perdido esta temporada antes del partido de vuelta de una eliminatoria, como el del jueves en Valencia en la semifinal de la Liga Europa, hasta ayer en San Mamés.

El técnico sevillista, Unai Emery, que dio hoy descanso a su equipo y empezará mañana a preparar el duelo de Mestalla, reservó de salida a cinco jugadores, Fernando Navarro, el camerunés Stephane M'Bia, Reyes, Vitolo y el croata Iván Rakitic, en Bilbao, donde vio truncada una espectacular racha de nueve victorias en los últimos diez partidos de liga.

En el Sevilla, que llegó a San Mamés con tres triunfos seguidos, ante Espanyol, Betis y Granada, y sigue quinto con 59 puntos -a seis del Athletic y con dos de ventaja sobre la Real Sociedad-, están ya centrados en la vuelta de la semifinal europea ante el Valencia y absolutamente convencidos de que esa derrota no les va a afectar.

Así lo aseguraron Emery y jugadores como el medio Vicente Iborra o el lateral 'Coke' Andújar, que podrá jugar el jueves tras cumplir su sanción en Europa, al afirmar que el encuentro y la gran oportunidad de luchar por la Liga de Campeones que perdieron en Bilbao les sirve para sacar conclusiones claras para la vuelta en Mestalla.

El entrenador guipuzcoano no se cansa de repetir que va a ser "muy difícil" pasar a la final de Turín, a pesar del 2-0 de ventaja que llevan de la ida, y ha dejado claro que haber perdido en San Mamés debe de valerles para mejorar determinadas cosas en Valencia.

En cualquier caso, por primera vez esta temporada el Sevilla va a afrontar la vuelta de una eliminatoria después de una derrota, ya que en cinco de las seis de la Liga Europa disputadas, desde que el 1 de agosto empezó su andadura en esta competición, siempre logró un resultado positivo en liga antes del choque de vuelta de cada cruce.

En la primera de ellas, de la fase previa de clasificación, los sevillistas jugaron ante el Mladost Podgorica sus dos primeros partidos oficiales de la campaña, con lo que tanto la ida como la vuelta fueron antes de que comenzara la Liga BBVA. Los andaluces se deshicieron de forma contundente de los montenegrinos (3-0 y 1-6).

En la siguiente, en el 'playoff' de clasificación, el Sevilla ganó 4-1 en el Ramón Sánchez Pizjuán al Slask Wroclaw de Polonia y afrontó la vuelta en Polonia, donde goleó 0-5, después de sacar un 0-0 en la liga del campo del Levante.

Sin tener en cuenta la fase de grupos que los hispalenses acabaron como campeones, al no haber eliminatorias en ella, esa misma premisa de llegar a la vuelta de cada cruce con un resultado previo positivo en la liga nacional también se cumplió en los dieciséis de final ante el Maribor esloveno.

Así, el Sevilla empató a dos en Maribor y luego venció por 2-1 a los eslovenos en casa, un choque de vuelta que afrontó con el ánimo que le dio haberse impuesto por 0-1 cuatro días en el campo del Rayo Vallecano, donde precisamente comenzó su excepcional racha, ahora rota en Bilbao, de nueve de diez partidos ganados en la Liga.

El triunfo más paradigmático previo a un partido de vuelta fue cuando el Sevilla venció 4-1 al Valladolid, justo después de perder 0-2 en la ida de octavos de final ante el eterno rival, el Betis.

Nada más acabar el choque con los pucelanos, con la plantilla aún sobre el césped, nació espontáneamente el grito de aliento 'Échale huevos' del sevillismo a su equipo antes de visitar el Villamarín.

Y les dio resultado. Igualaron con un 0-2 la renta que tenían los béticos y pasaron en la tanda de penaltis a cuartos, donde perdieron 1-0 en Oporto y, justo antes de la vuelta en Sevilla, ganaron 4-1 al Espanyol en liga, tras lo que golearon también a los lusos (4-1) para pasar a la semifinal que se dilucida el jueves en Valencia.