Simeone-Di Matteo, éxitos paralelos en los equipos de su vida

Madrid, 29 ago.- El argentino Diego Pablo Simeone y el italo-suizo Roberto Di Matteo, los dos técnicos triunfadores de la última temporada, ya ganaron la Supercopa de Europa como jugadores y ahora aspiran a conquistarla como entrenadores en los equipos de su vida: el Atlético de Madrid, el primero, y el Chelsea, el segundo.

Sus éxitos paralelos, la consecución de la Liga de Campeones para el conjunto británico y la Liga Europa para el equipo español, se separarán en Mónaco, el mismo escenario donde ya festejaron una Supercopa sobre el césped como centrocampistas, el italo-suizo con el Chelsea en 1998 y el argentino con el Lazio en 1999.

Ambos apuran las últimas horas para su vuelta a esa final, la misma que Di Matteo venció hace catorce años como centrocampista del equipo londinense frente al Real Madrid por 1-0. Dirigido por su compatriota Gianluca Vialli, fue titular y disputó 63 minutos. En su lugar entró el uruguayo Gustavo Poyet, que marcó el gol del triunfo.

Una temporada después Simeone levantó el título de la Supercopa de Europa con el Lazio. El conjunto romano, el último campeón de la Recopa, doblegó al Manchester United con el 'Cholo', que saltó al campo en el minuto 66, en sustitución del checo Pavel Nedved. El chileno Marcelo Salas fue el autor del gol de la victoria por 1-0.

"El partido del viernes es una ilusión grandísima para toda la gente del Atlético de Madrid. Me tocó participar como jugador en esa final y como hincha cuando fui a ver el Atlético con el Inter y es maravilloso", valora Simeone, al frente del Atlético, el equipo en el que también jugó en dos etapas, 1994-1997 y 2003-2005.

Campeón con el Atlético del histórico "doblete" del curso 1995-96, el conjunto rojiblanco ha sido uno de los equipos de su vida, junto al Racing de Avellaneda, en el que también militó como jugador y en el que dio el salto al banquillo en 2006. En el equipo bonaerense pasó del terreno de juego a la dirección técnica.

De ahí fichó por el Estudiantes de La Plata, al que dirigió al campeonato del Torneo Apertura en 2006; luego al River Plate, donde celebró el éxito -ganó el Torneo Clausura 2008- y sufrió el fracaso -finalizó en última posición en el segundo certamen de ese año-; más tarde al San Lorenzo, en 2009, y después al Catania italiano.

Volvió al Racing, al que guió a su segunda mejor campaña en 40 años, antes de fichar por el Atlético a finales del mes de diciembre de 2011 en sustitución de Gregorio Manzano. Asumió el mando de un equipo a la deriva en la Liga y eliminado de la Copa del Rey por un Segunda B y lo llevó hasta el quinto puesto en el campeonato y al título de la Liga Europa, ganado al Athletic Club en Bucarest.

Roberto Di Matteo también tomó la dirección del Chelsea en un momento complicado. El equipo en el que había jugado seis temporadas, entre 1996 y 2002, recurrió a él para suplir al portugués Andre Vilas Boas, despedido por los malos resultados, y alterar una trayectoria decepcionante del conjunto londinense.

Al contrario que Simeone, Di Matteo no contaba con demasiada experiencia en los banquillos. Había dirigido al Milton Keynes Dons y al West Bromwich Albion, al que ascendió a la Premier League, antes de convertirse en segundo técnico, primero, y en entrenador principal, después, del Chelsea, al que llevó a la gloria europea.

Era el anhelo del conjunto londinense y de Roman Abramovich, su presidente, desde hace años. Era su asignatura pendiente. Subcampeón en 2008, cuando fue derrotado en la tanda de penaltis por el Manchester United, el pasado mes de mayo alcanzó el título, a las órdenes de Di Matteo, y el billete para la Supercopa del viernes.