Sin Francisco Palencia, el fútbol mexicano pierde a su primer rockero

  • Con el retiro del delantero Francisco Palencia de los Pumas de la UNAM, el fútbol mexicano se ha quedado sin su principal rockero, un jugador tatuado de pelo largo amante del grupo Kiss y que jugaba con las uñas pintadas de negro.

México, 28 nov.- Con el retiro del delantero Francisco Palencia de los Pumas de la UNAM, el fútbol mexicano se ha quedado sin su principal rockero, un jugador tatuado de pelo largo amante del grupo Kiss y que jugaba con las uñas pintadas de negro.

Su porte y su alegría en la cancha lo convirtieron en un jugador diferente, que marcó una época con el Cruz Azul, pero terminó como símbolo de los Pumas de la UNAM, su gran amor cuando se hizo persona mayor en el fútbol.

Palencia sobresalió pronto con los azules, no solo por su larga cabellera, sino por su talento en el área, la velocidad y el olfato de gol que lo convirtieron en titular y luego lo llevaron a la selección nacional, con la que jugó los mundiales de Francia'98 y Corea-Japón 2002.

"Me siento un privilegiado de la vida por haber jugado (fútbol) con profesionalismo y pasión", dijo Palencia hoy en la Ciudad de México, en su última conferencia de prensa como jugador.

Fue campeón de liga con Cruz Azul, en el Invierno de 1997, y con los Pumas en los torneos Clausura 2009 y 2011, pero su principal triunfo fue quizás haber alcanzado la final de la Copa Libertadores de 2001, en la que la 'Máquina Cementera' perdió en serie de penaltis contra el Boca Juniors argentino.

Después de perder como locales, los 'celestes' fueron a La Bombonera de Buenos Aires como presuntas víctimas, pero Palencia pasaba por un gran momento de forma deportiva y anotó el gol de la victoria 0-1 que obligó a definir en los doce pasos.

En 17 temporadas, el jugador, originario de Ciudad de México, participó en 477 partidos en México con Cruz Azul, Chivas de Guadalajara y Pumas, con quienes sumó 123 goles. Además, anotó siete dianas con las Chivas USA en 2005-2006 y seis con el RCD Espanyol, de Barcelona, con quienes estuvo en 2001-2002.

Integró la selección mexicana en dos mundiales, pero su principal éxito fue en 1999 como parte del equipo campeón de la Copa Confederaciones, único título FIFA de México en la categoría de mayores.

Con entrega y mucha personalidad, Palencia fue líder donde quiera que estuvo y hoy parece contar con lo necesario para continuar su carrera como director técnico, para lo cual se preparará en los próximos meses, según confirmó hoy.

Verlo en el banquillo de un equipo profesional será su nuevo reto y para los aficionados la posibilidad de ver a un hombre con ideas frescas con pinta de cantante de rock, pero mucho conocimiento del fútbol y facilidad para formar grupos con buena compenetración, algo esencial en la profesión que aspira a tomar.

Mostrar comentarios