Una agremiación de futbolistas bolivianos (Fabol) había declarado el lunes una huelga por deudas económicas de tres equipos, una medida que hacía peligrar la labor del seleccionado, sumido en crisis por la renuncia de su capitán Ronald Raldes y de su principal astro, Marcelo Moreno Martins.
"Estamos garantizando con un cheque el pago de esta deuda (de los clubes) a los jugadores, para el pago en noventa días, de esta manera los partidos están garantizados, lo mismo que el trabajo de la selección nacional", anunció el presidente interino de la FBF, Marco Ortega.
Los clubes en morosidad con sus jugadores son Wilstermann, Blooming y San José, que en conjunto deben 300.000 dólares, por sueldos, primas y premios a sus jugadores.
La medida puso en riesgo además la octava fecha del torneo Apertura que debe jugarse entre jueves y domingo, con seis partidos.
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