"Soy una aprendiz en el circuito de la WTA", dice Carla Suárez

  • Acapulco (México).- La española Carla Suárez no quiere hacerse eco de los susurros de quienes la elogian y aseguran que a pesar de estar entre las cincuenta mejores del mundo, aún pasa por su fase de crecimiento.

"Soy una aprendiz en el circuito de la WTA", dice Carla Suárez
"Soy una aprendiz en el circuito de la WTA", dice Carla Suárez

Acapulco (México).- La española Carla Suárez no quiere hacerse eco de los susurros de quienes la elogian y aseguran que a pesar de estar entre las cincuenta mejores del mundo, aún pasa por su fase de crecimiento.

"Soy una aprendiz en el circuito de la WTA, me falta mucha experiencia y tengo muchos años por delante", aseguró hoy a EFE la jugadora de 21 años.

Carla, residente en Barcelona, es un caso raro de crecimiento en el tenis de mujeres. El año pasado, en el primer mes de su primera temporada completa en el circuito venció a la estadounidense Venus Williams, una de las mejores tenistas de la historia, y de un solo golpe entró a la lista de las 100 mejores y luego de las 50 mejores del planeta.

"Lo que me falta es constancia y regularidad, estoy en el 46, pero el 'top 20' no lo veo lejano; luego necesito estabilizar el nivel de mi juego y el 'top 10' llegará solo", señaló.

Con un revés letal, buena velocidad de piernas y mucha personalidad, Carla es una irrespetuosa en la cancha y tiene la costumbre de no seguir la trayectoria de sus rivales porque para ella la clave es superarse a sí misma.

"No miro el ránking, los lunes mi entrenador me dice como voy y por eso sé mi lugar, pero si me preguntan de las demás casi nunca estoy actualizada porque me preocupo más por mejorar mi juego", dijo.

Con esa estrategia logró la proeza de en el primer Grand Slam de su vida, Roland Garros 2008, alcanzar cuartos de final a pesar de venir del torneo de clasificación y el año pasado repitió su avance a la fase de las ocho mejores, tras vencer a Venus en el Abierto de Australia.

"La mayoría de las chicas llevan al menos seis u ocho años en el circuito y yo voy por dos; sobre todo necesito paciencia y observar mucho para aprender de mi entrenador y del entorno", asegura la jugadora que esta semana logró la cuarta semifinal de su vida, en el Abierto de Acapulco, en pista de tierra batida, donde perdió con la eslovena Polona Hercog.

Carga juega tenis desde los nueve años, estimulada por su madre Lali, una gimnasta retirada y aunque cuenta con el apoyo de ella y de su padre José Luis, quien jugó balonmano, reconoce que a aún no se acostumbra a la soledad que por momentos agobia a los tenistas.

"No la sientes en los torneos porque allí estás concentrada, sino en los aeropuertos, cuando las conexiones de vuelos se demoran y uno, sin nada que hacer, se pone a pensar demasiado; eso y estar lejos de la familia es lo peor de la profesión", señala.

Sin embargo, Carla cree que merece la pena levantarse temprano para entrenarse y perderse la fiesta de los chicos de su generación porque hace lo que le gusta. "Mi vida también tiene encanto, voy a menos fiestas que los de mi edad, pero viajo mucho, conozco personas todo el tiempo y soy feliz cuando juego", explica.

Carla renunció a jugar el Abierto de Monterrey, norte de México, que le podía servirse para adaptarse a la pista rápida antes de su próximo torneo, el Masters 1000 de Indians Wells. Optó por descansar y ahora espera buscar una buena actuación en el certamen en Estados Unidos, ante las mejores del mundo, a quienes dice no temer.

"No creo que haya jugadoras invencibles en el circuito, así que lo mío es tener paciencia y tratar de mejorar partido por partido", explica.

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