Sun Yang, la sensación de Londres-2012 en aguas turbulentas

La carrera de Sun Yang engloba oros olímpicos, récords mundiales y escándalos de todo tipo. Pero el 'enfant terrible' de la natación china espera seguir en su línea en Rio, para cosechar nuevas medallas, como sus compatriotas.

El primer nadador chino en lograr un oro olímpico ha tenido una olimpiada movida, al igual que la natación china, brillante pero rodeada de polémica.

El joven de 24 años cumplió en secreto una suspensión de tres meses en 2014 -anunciada a posteriori- por haber consumido un estimulante prohibido. Alegó que tomaba esa sustancia debido a problemas cardíacos.

En el palmarés de Sun Yang figuran también un enfrentamiento con las autoridades por su relación con una azafata de vuelo, una detención por haber conducido un Porsche implicado en un accidente de tráfico sin permiso, y un altercado con una nadadora brasileña en el Mundial de Kazán en 2015.

En esa competición, además, el díscolo nadador de Hangzhou criticó el himno de Japón, sempiterno rival de China. Tras ganar el oro en las pruebas de 400 y 800 m, se retiró de la final de 1.500 m por un presunto problema cardíaco.

Un largo historial para este coloso de 1,98 m de estatura, propulsado al estrellato en Londres-2012.

En la capital británica, se colgó el oro en 400 y luego en 1.500 metros libres, este último con récord del mundo, y se convirtió en el líder de una exitosa delegación de nadadores chinos (10 medallas en total, cinco de oro).

Cuatro años después, China llevará a Brasil una delegación récord de 416 atletas y espera una cosecha dorada, parte de ella en la piscina.

Junto a Sun Yang, la joven Ye Shiwen, de 20 años, también deberá confirmar su rendimiento de Londres, donde ganó los títulos de 200 y 400 m estilos.

Pero su proeza dio mucho de que hablar porque su crono en los 50 últimos metros de los 400 fue mejor que el del campeón olímpico masculino de la misma modalidad, el estadounidense Ryan Lochte.

La polémica continuó con la suspensión, en abril y por un período de cuatro meses, de la acreditación del laboratorio de Pekín por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

En marzo, medios de comunicación chinos revelaron que seis deportistas dieron positivo por sustancias prohibidas, en dos casos por clembuterol.

Estas revelaciones hicieron planear dudas sobre la política antidopaje de Pekín y, de rebote, sobre la natación, un deporte con antecedentes.

Siete nadadores chinos dieron positivo por esteroides en los Juegos Asiáticos de 1994, en Japón. En 1998, coincidiendo con el mundial de Perth, la nadadora Yuan Yuan fue detenida por los aduaneros australianos con hormonas de crecimiento en la maleta.

Sun Yang será nuevamente la máxima esperanza de la delegación china en Brasil, pero se ignora su estado de forma después de que brillara por su ausencia en el campeonato de China en abril por una lesión en el pie.

En junio, en Santa Clara (California), recordó sin embargo que seguía formando parte de la élite mundial al ganar los 200 m libres con uno de los mejores registros del año... antes de retirarse sin explicación de las finales de 400 y 1.500 metros.

Sun Yang no lo tendrá fácil en Rio, especialmente ante el italiano Gregorio Paltrinieri, que en mayo corrió los segundos 1.500 metros más rápidos de la historia.

En cuanto a Ye, tras sus estratosféricos resultados de Londres, se quedó fuera del podio en los mundiales de 2013 y 2015. Las dudas son aún más grandes tras el campeonato nacional, donde su crono en 400 m estilos estaba a años luz de su récord mundial... 22 segundos.

Ning Zetao, que estuvo una temporada suspendido tras un control positivo en 2011, también debería llevar alto los colores de China, un año después de haber ganado los 100 metros libres en Kazán.

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