El Atlético se ha proclamado campeón de la Supercopa de Europa 2012 tras dar al Chelsea un baño de proporciones bíblicas (1-4) de la mano de un Radamel Falcao imperial, autor de tres tantos cada cual más bello. Así se podría resumir el partidazo del equipo de Diego Simeone, pero sería injusto no extenderse para hablar con más detalle de un choque espectacular que le ha valido al club rojiblanco su segundo título europeo en 2012.
La final en sí duró 45 minutos, los que tardó 'el Tigre' en dinamitar al Chelsea. El delantero colombiano dejó dos 'delicatessen' y un remake que valieron tres goles. El equipo inglés tenía la posesión del balón, pero no le sirvió para nada. Al fútbol se gana marcando goles, para lo cual la posesión da igual: importa chutar a puerta y, sobre todo, acertar. Y eso lo hizo el Atlético guiado por un Falcao en estado de gracia y que si se hubiera marchado después a jugar al gran casino monegasco hubiera asaltado la banca.
En el primer tanto, superó a Petr Cech con un disparo sutil cruzado al poste. En el segundo, se copió a sí mismo como otro genio, el director de cine Howard Hawks (El Dorado es muy, muy similar a Río Bravo), y le hizo al portero checo del Chelsea lo mismo que le había hecho meses antes a Gorka Iraizoz en la final de la Europa League. En el tercero, el colombiano culminó un contragolpe con un disparo seco. Tres goles distintos con un denominador común: calidad.
Dejando a un lado a Falcao, el Atlético dio una lección al Chelsea de intensidad, colocación... De todo y, por supuesto, de fútbol. Sensacional Diego Godín atrás, brillantísimo el turco Arda Turan en el ataque, muy bien Gabi y Mario Suárez en el centro del campo... Todos los rojiblancos firmaron un gran encuentro y actuaron como una orquesta, sin que nadie desentonase. Un equipo, en defitiva.
En el Chelsea no aparecieron sus talentos, el belga Eden Hazard y el español Juan Mata. Sin su aportación, tampoco fue posible ver a Fernando Torres, que en la previa dijo que si marcase a su exequipo no lo celebraría. Casi no tuvo la oportunidad y pasó sin pena ni gloria por el estadio Louis II, tan desaparecido como Obi Mikel, Lampard, Ramires... Como todo el Chelsea. Di Matteo asistía atónito en la banda incapaz de capear la tormenta perfecta rojiblanca.
La segunda parte ratifica al campeón
Tras el descanso, el partido perdió espectacularidad. El Atlético bajó el pie del acelerador porque veía el título en su poder y prefería pasar a controlar el choque y evitar sustos, que resurrecciones de cadáveres futbolísticos se han visto en el fútbol y si no que se lo digan al Milan hace unos años en una final de Champions ante el Liverpool.
Pero este Chelsea no es aquel Liverpool, ni de lejos. Tiene muchos menos recursos y, además, el Atlético tampoco fue aquel Milan porque hizo el cuarto tanto. La noticia fue que el autor no fue Falcao sino el brasileño Miranda. Un gol que servía para redondear el marcador porque la final ya estaba sentenciada, y el posterior tanto inglés (¿del honor?) fue de Cahill.
Con esta victoria, el Atlético ha ganado la Supercopa de Europa, segundo título en 2012 y también segundo título del 'Cholo' Simeone, que se ha colocado junto a algunos de los grandes entrenadores rojiblancos, empezando por Quique Sánchez Flores, que logró la misma gesta que él dos años antes. Con su partidazo, Falcao ha demostrado que es un delantero con mayúsculas y del 'Kun' Agüero ya ni se acuerdan a orillas del Manzanares.
El Atlético es supercampeón de Europa por segunda vez, y de este partidazo se va a hablar mucho tiempo porque pocas veces se vio un baño semejante. Al Dios Neptuno, el del agua, seguro que le agradó lo que se vio en Mónaco.
Sigue @jorgekosky
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