Suspenden partido Cartaginés-Alajuelense por violencia en el estadio

San José, 16 feb.- El partido de la octava jornada del fútbol de Costa Rica entre el Cartaginés y el Alajuelense (0-0) fue suspendido hoy a los 42 minutos debido a la violencia en el Estadio Nacional por parte de la barra brava del segundo, lo que dejó 24 detenidos y un número no precisado de golpeados.

El árbitro Henry Bejarano decidió suspender el juego cuando la barra "La 12", que apoya al Alajuelense, protagonizó hechos bochornosos en las gradas contra aficionados del Cartaginés, equipo que no tiene una barra similar.

Imágenes de la televisión local mostraron a un pequeño grupo de "La 12" persiguiendo y agrediendo a los aficionados del Cartaginés, mientras éstos corrían e intentaban ingresar al campo para refugiarse.

No se recuerda un caso similar de violencia en las últimas décadas en el balompié costarricense.

Aficionados entrevistados por el Canal 7, que transmitía en directo el partido, afirmaron que fueron asaltados y que los integrantes de "La 12" golpearon a mujeres y niños.

Las autoridades no han reportado oficialmente si hay personas heridas que necesitaron atención médica, mientras el Ministerio de Seguridad precisó que hay 24 detenidos.

El presidente del Alajuelense, Raúl Pinto, criticó la falta de seguridad por parte de la Fuerza Pública y los pocos efectivos de seguridad privada contratados por el equipo rival.

Los entrenadores de ambos equipos lamentaron los hechos violentos e hicieron un llamamiento a las autoridades deportivas para que tomen cartas en el asunto antes de que suceda algo que lamentar.

"Hay personas que deben de poner un alto en el camino antes de que suceda una tragedia", expresó el entrenador del Cartaginés, Javier Delgado.

Por su parte, el técnico del Alajuelense, Óscar Ramírez, dijo que "este tipo de situaciones no deberían ser en el fútbol" y afirmó que "todos debemos poner de nuestra parte" para resolver el problema de la violencia asociada a las barras de fútbol.

El partido, que estaba 0-0, se jugará mañana, en sus minutos restantes, a puerta cerrada.

El año pasado entró en vigencia en Costa Rica una ley contra el racismo y la violencia en los estadios, la cual no establece sanciones penales pero que sí castiga a los revoltosos con hasta tres años fuera de los estadios.