Tarragona confía en su solidez para aguantar el esprint final de Alejandría

Natalia Arriaga

Mersin (Turquía), 14 oct.- Tarragona se juega mañana con la ciudad egipcia de Alejandría la sede de los Juegos Mediterráneos del año 2017, en una votación que por proyecto, garantías e instalaciones debería inclinarse del lado español pese al esprint final de su rival, que intenta hacer ver que los conflictos en su país son un síntoma de que la situación cambia para bien.

Los defensores del proyecto tarraconense se muestran tan optimistas como cautos en la víspera de la votación, en la que participarán 22 países del área mediterránea -con tres votos por país-, más un pequeño grupo de miembros del COI que probablemente no llegue a la media docena.

Tras la reciente retirada de Trípoli, que sucedió a las de Rijeka (Croacia) y Mersin (Turquía), la lucha se ha reducido a un mano a mano. Para Tarragona, la clave está en romper la habitual unidad del voto árabe y, al tiempo, en no perder apoyos de la cara norte del Mediterráneo.

Bajo el lema "Historia que hace Historia", Tarragona ofrece unos Juegos con 30 deportes, 13 sedes, solo tres instalaciones por construir, 18.500 habitaciones de hotel y 57 millones de presupuesto.

El gran objetivo, señaló hoy el alcalde, Josep Fèlix Ballesteros, es "optar gracias a los Juegos a un nicho de mercado que está por explotar en la ciudad: el turismo deportivo". La traducción en inversiones, puestos de empleo y recursos económicos sería inmediata, añadió.

La atleta Natalia Rodríguez, concejala de Deportes de Tarragona, subrayó además la previsible y deseada repercusión en el deporte de base.

Alejandría, con el explícito lema "Una nación que renace", pretende que los Juegos sean un reconocimiento a los cambios acaecidos en Egipto y un estímulo para avanzar en el futuro. La actualidad, sin embargo, le ha jugado una mala pasada, con la muerte el pasado domingo en El Cairo de al menos 25 personas, la mayoría civiles, en una manifestación de cristianos coptos.

La cara más conocida de la candidatura, la exnadadora y miembro del COI Rania Elwani, minimizó hoy la trascendencia de estos incidentes y señaló que varios representantes diplomáticos de terceros países estarán en Mersin en las horas previas a la votación para defender que Egipto es un país seguro.

"En todo el mundo hay manifestaciones y las va a seguir habiendo porque la gente quiere asumir el mando de la situación. También en España las hay", dijo Elwani a EFE. "Los índices internacionales señalan que la paz en nuestro país es mayor ahora que antes y que la situación es hoy, sin duda, mejor que hace poco tiempo", añadió.

También destacó la necesidad de que los Juegos cambien de orilla del Mediterráneo en 2017.

"Los Juegos van a ser tres veces seguidas en Europa (Almería 2005, Pescara 2009 y Mersin 2013), y en 2005 ya fueron en España. Pero eso en realidad es lo de menos, porque lo importante es que tenemos la mejor candidatura y podemos ofrecer los mejores Juegos" afirmó.

Los Juegos Mediterráneos nacieron precisamente en Alejandría, en 1951, y no han vuelto a Egipto desde entonces.

La candidatura propone unos Juegos repartidos en dos grandes zonas: la propia Alejandría y la ciudad deportiva de Burg al Arab. El programa deportivo estaría compuesto por 31 disciplinas.

Elwani cifró en "un 60 por ciento" las instalaciones que ya tienen listas.

Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), admitió que Alejandría ha conseguido finalmente armar una buena candidatura, aunque desde "la humildad" asegura que la española "es la mejor".

"Tarragona tiene una grandísima candidatura que nadie discute y creo que mañana debe ganar. Pero hasta el último segundo hay partido. Estamos inquietos, aunque convencidos de la victoria", comentó Blanco.

Tarragona hará mañana una presentación que combinará las explicaciones técnicas con las culturales. Pau Gasol pedirá en una grabación en vídeo el voto, asegurando que la ciudad catalana es "lo mejor para los Juegos".

El cese la semana pasada del secretario de Estado para el Deporte Albert Soler, ha obligado a recomponer la representación institucional, que estará a cargo de Javier Odriozola, subdirector del CSD para grandes acontecimientos internacionales, y del diplomático Juan José Escobar, embajador de España para Asuntos del Mediterráneo.