Terreno abonado para renovación de Guardiola, tras la continuidad de Cuenca

  • El joven Isaac Cuenca ha dejado de ser hoy jugador del filial para convertirse en toda regla en futbolista del primer equipo del Barcelona, después de haber firmado su ampliación de contrato, acto que abona el terreno para que Josep Guardiola firme también el suyo en breve.

Alex Santos

Barcelona, 31 ene.- El joven Isaac Cuenca ha dejado de ser hoy jugador del filial para convertirse en toda regla en futbolista del primer equipo del Barcelona, después de haber firmado su ampliación de contrato, acto que abona el terreno para que Josep Guardiola firme también el suyo en breve.

Con toda la plantilla ya renovada, a la espera de que la temporada que viene el club entre de nuevo en otra ronda para ajustar los contratos que estén a punto de finalizar, la entidad entra en el periplo más espinoso, que es cerrar la renovación del técnico, aunque la misma ya está encauzada.

De hecho, el año pasado Guardiola informó de su renovación a principios de febrero, cuando creyó más conveniente darlo a conocer sin interferir en el día a día del equipo.

Dado que se dan unas circunstancias muy parecidas, esta tarde el técnico azulgrana comparecerá ante los medios informativos y podría producirse la primera escenificación para que anuncie si finalmente ha optado por quedarse una temporada más, aunque tendrá una nueva oportunidad mañana tras el partido en Valencia, correspondiente a la ida de las semifinales de la Copa del Rey.

La renovación de Josep Guardiola ha sido motivo de expectación en los últimos años, aunque el 'modus operandi' del técnico invita a pensar que prefiere que el club cierre todos los acuerdos con los futbolistas y después entrar en acción en su negociado.

Así fue el año pasado y también hace tres, cuando por entonces la directiva que presidía Joan Laporta vivió con el corazón en un puño por las dudas que flotaban en el ambiente respecto a la renovación del entrenador.

Al final, el entrenador aceptó la continuidad, igual que el año pasado cuando la directiva de Sandro Rosell le ofreció la continuidad por cuantos años desease el preparador, quien siempre se ha querido ligar al Barça sólo por un año.

Josep Guardiola firmó como entrenador del Barcelona en la temporada 2007-08 para hacerse cargo del equipo filial, con el que ganó la liga del grupo quinto de la Tercera División y ascendió al equipo a la Segunda B.

La destitución de Frank Rijkaard al final de aquella temporada le abrió a Guardiola la posibilidad de hacerse con el primer equipo para la 2008-09, con el que hizo un gran año al conseguir el triplete (Liga, Copa y Liga de Campeones), que amplió a finales del 2009 con las dos Supercopas, de España y Europa, y el Mundial de clubes.

Bajo la presidencia de Joan Laporta, Guardiola estuvo dos temporadas y con Sandro Rosell está cumpliendo también su segunda. Por lo tanto, de firmar el acuerdo se comprometería para su quinta temporada en el club.

Las cifras del acuerdo no han trascendido oficialmente, pero algunas fuentes han desvelado que, a pesar de tener una ficha muy baja en los primeros años como técnico azulgrana, su caché se encontraría en estos momentos entre los cinco mejores del mundo.

Además de Guardiola, el Barcelona se hace cargo también de la compleja y exitosa estructura técnica que ha diseñado el entrenador desde que está en el equipo catalán, al reunir un numeroso equipo de colaboradores, entre entrenadores y preparadores físicos, que han dotado al club de una estructura profesional de primer orden.

Bajo las órdenes de Guardiola, el equipo catalán ha vivido uno de sus episodios más exitosos de su historia. Dos Ligas de Campeones, tres Ligas y dos mundiales de clubes, además de una Copa del Rey, avalan la labor de un técnico que ha logrado todo un récord: firmar trece títulos de los dieciséis a los que ha optado.

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