De la todepoderosa China al alivio mexicano: los clavados en Rio-2016

China conquistó siete de los ocho títulos disputados en los clavados de Rio-2016, en los que la ilusión británica se esfumó con Tom Daley y México tuvo al final un respiro con la plata de Germán Sánchez.

De una piscina que fue de azul a un asqueroso verde y luego a azul de vuelta, los asiáticos sólo capitularon un oro para el Reino Unido en la prueba sincronizada de trampolín, que se quedó con la dupla compuesta por Chris Mears y Jack Laugher.

El resto fue todo de la aplanadora china, que en total sumó siete oros, dos platas y un bronce.

Le siguió en el medallero Gran Bretaña con una medalla de cada color, seguida por Estados Unidos con dos platas y un bronce.

México, una potencia latinoamericana en clavados, consiguió sólo la plata de Sánchez, el sábado en el último día de competencia, tras un paso discreto por Rio.

La gran decepción de China fue Qiu Bo, ganador de los últimos tres Mundiales y llamado a llevarse el oro en la plataforma de 10 metros. Quedó sexto, pero Chen Aisen salvó el honor y se hizo con el podio.

"Invertí más de cuatro años entrenando y ahora gané por lo que tanto trabajé, especialmente una medalla en una prueba individual. Nunca pensé que me convertiría en campeón", dijo el joven de 20 años, oro en el mismo evento sincronizado con Lin Yue.

Lo peor fue la inconsistencia de Qiu, que lanzó clavados que se llevaron puros '10' de los jueces y luego otros mediocres, con bajas puntuaciones.

En las pruebas femeninas, las chinas sí que no tuvieron misericordia con nadie. Se llevaron todos los oros y dos platas. Dejaron dos podios para Italia, dos para Canadá, uno para Malasia y otro para Australia.

Cuando se pensaba que México se iba a casa sin medallas de clavados en el bolsillo, salió Sánchez, cual Chapulín Colorado, al rescate y alivió la presión sobre el equipo.

Aún recuperándose de una lesión, ganó plata en la prueba desde la plataforma de 10 metros, la primera medalla individual desde Fernando Platas en Sídney-2000.

"Fue una medalla que no se esperaba y que simplemente es un hincapié de que nada es imposible, pues en este deporte pueden pasar muchas cosas y cuando las haces con el corazón tienes mejores resultados", expresó Sánchez, de 24 años.

Fue un respiro para México, que después de los fracasos en las pruebas sincronizadas, vino el de Rommel Pacheco en el trampolín a 3 metros y más doloroso aún, el de la medallista Paola Espinosa, que quedó cuarta en la final de la plataforma femenina.

Sánchez se guinda su segunda plata después de la que ganó con Iván García en Londres-2012 en los saltos sincronizados.

Daley era uno de los pocos capacitados a romper la hegemonía china en los clavados, pero se quedó fuera de la final tras quedar último en las semifinales de la plataforma.

Con 22 años y bronce en Londres-2012, había finalizado en primera posición la ronda preliminar del viernes con 571,85 puntos, superior a los 568,65 puntos que le dieron el oro a Boudia en Londres pero no más que los 585,3 de Chen.

"Es muy duro pensar cuán bien lo hice ayer y que si lo hubiese hecho igual 24 horas después podría tener la medalla de oro colgada del cuello. En lugar de eso, tengo el corazón destrozado", lamentó el joven británico.

Su consuelo, el bronce logrado en plataforma 10 m sincronizado por equipos con Daniel Goodfellow.

"Nunca abandonaré mi sueño de ser campeón olímpico", escribió luego en redes sociales.

Una reacción química causada por peróxido de hidrógeno neutralizó el cloro y dejó la piscina de clavados de color verde alga, algo que generó mucha polémica, pero que los atletas aseguraron no afectó su desempeño.

La situación se extendió a la piscina contigua para el nado sincronizado, obligando a drenarla para cambiar el agua y poder realizar la competencia que exige un agua cristalina.

Los organizadores corrían igual para tratar el agua del tanque de clavados para volver al color azul natural, que consiguieron algunos días después.

Mientras, algunos clavadistas denunciaron que olía a pedo, otros lo compararon con un pantano con caimanes. Pero la competencia nunca paró.

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