Torres, el héroe de Viena, repite el papel de Johannesburgo

  • Cuatro años después de ser el protagonista principal en la consecución de la Eurocopa 2008 en el estadio Ernst Happel de Viena, con un gol imborrable en la memoria de todos los españoles, el que valió el título en Austria y Suiza, Fernando Torres partirá con un papel secundario en la final ante Italia en Polonia y Ucrania 2012.

Iñaki Dufour

Kiev, 29 jun.- Cuatro años después de ser el protagonista principal en la consecución de la Eurocopa 2008 en el estadio Ernst Happel de Viena, con un gol imborrable en la memoria de todos los españoles, el que valió el título en Austria y Suiza, Fernando Torres partirá con un papel secundario en la final ante Italia en Polonia y Ucrania 2012.

Al igual que en el duelo decisivo del último Mundial, disputado en 2010 en Sudáfrica, en el que España conquistó el trofeo con un tanto de Andrés Iniesta en la prórroga, el atacante afrontará la cita del próximo domingo en el estadio Olímpico de Kiev desde el banquillo, sin la importancia que tuvo en toda la Eurocopa 2008.

Esa es la opción más probable, en una fase final del torneo en la que ha alternado la titularidad con la suplencia. En el primer duelo contra Italia ocupó un puesto en el banquillo y disputó los últimos quince minutos; en el segundo, ante Irlanda, salió de inicio y marcó dos goles; y en el tercero, con Croacia, también empezó el duelo.

En cuartos de final contra Francia, en el Donbass Arena de Donetsk, perdió su puesto en el equipo inicial. Entró al campo en el minuto 67, ya con 1-0 a favor de España, por Cesc Fábregas. Y en las semifinales con Portugal no tuvo minutos. Ni en el comienzo, con Álvaro Negredo como opción elegida para el once, ni después en las sustituciones del propio ariete, David Silva y Xavi Hernández.

Una situación que contrasta con la Eurocopa de 2008. Lo jugó casi todo en aquella edición. Sólo faltó ante Grecia en el once inicial, porque, con la clasificación para cuartos de final completamente asegurada, Luis Aragonés, por aquel entonces seleccionador español, optó por dar minutos a los menos habituales en el cierre de la primera fase del torneo en Austria y Suiza.

En la final, el 29 de junio, una carrera veloz con la que superó a Philip Lahm y un toque preciso e inteligente, a la salida por bajo de Jens Lehmann, dirigieron a España a la gloria con la firma de Torres, el goleador de la vuelta al éxito de la Roja en una Eurocopa, 44 años después del triunfo conquistado en 1964.

También comenzó con un rol importante en el Mundial 2010. Vicente del Bosque le incluyó en la convocatoria después de una lesión de rodilla y le puso como titular en dos encuentros de la fase de grupos, ante Honduras y Chile, y en las dos siguientes rondas, en octavos de final frente a Portugal y en cuartos contra Paraguay.

Ya no jugó de inicio en las semifinales ante Alemania. Le ganó el pulso por el once Pedro Rodríguez, que irrumpió con fuerza en la alineación titular de Vicente del Bosque en ese encuentro y que se mantuvo en la final de Sudáfrica 2010, en la que Fernando Torres pasó los primeros 105 minutos del partido en el Soccer City de Johannesburgo en el banquillo. Salió entonces por David Villa.

El próximo domingo, en el estadio Olímpico de Kiev, comenzará también como suplente, salvo sorpresa en la alineación del técnico, lejos del protagonismo que le convirtió en el héroe de la Eurocopa hace cuatro años con aquel gol que cambió la historia de la selección española con su primer título desde 1964.

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