Tregua en el Bernabeu

  • La imagen ofrecida por el Real Madrid en el Camp Nou, donde se mostró superior al Barcelona y estuvo a un paso de lograr la supervivencia en la Copa del Rey, animó al público del Santiago Bernabeu a conceder una tregua a su preparador, el portugués Jose Mourinho, que ya no escuchó pitos de la grada.

Santiago Aparicio

Madrid, 28 ene.- La imagen ofrecida por el Real Madrid en el Camp Nou, donde se mostró superior al Barcelona y estuvo a un paso de lograr la supervivencia en la Copa del Rey, animó al público del Santiago Bernabeu a conceder una tregua a su preparador, el portugués Jose Mourinho, que ya no escuchó pitos de la grada.

La normalidad regresó al recinto blanco. Las agitación vivida en el encuentro ante el Athletic, justo después de la derrota del Real Madrid ante el equipo azulgrana en el choque copero de ida (1-2), apenas existió con la visita del Zaragoza.

El partido contra el equipo de Manolo Jiménez fue un 'bajón' en el trayecto competitivo madridista, que vivió uno de sus 'picos' más altos el miércoles. Fue un descenso de fútbol y de sensaciones. Menos ritmo, menos ímpetu en el campo. Más sosiego en los asientos.

Mourinho, con muchos más aplausos cuando su nombre se dictó por megafonía, hizo, no obstante, un guiño a sus ideas. Una referencia a la alineación convencida que fracasó ante el Barcelona en la ida disputada en el Bernabeu.

Recurrió otra vez al turco Hamit Altintop y al central portugués Ricardo Carvalho en su once. Los dos hombres más sospechosos, por diferentes circunstancias, en la alineación de entonces, volvieron a contar con la confianza del luso. La misma que parece haber perdido definitivamente Raúl Albiol, ni siquiera suplente.

El Bernabeu se mostró en paz con su técnico. No tuvo en cuenta su fría actitud en las comparecencias de prensa. Ni la ambigüedad demostrada sobre su felicidad en el club. Ni la indefinición sobre su marcha. Bastó al público la actitud en el Camp Nou, el reencuentro con los valores del club y una actuación arbitral discutida para retomar la normalidad.

A los cinco minutos Jose Mourinho salió del banquillo en el que permaneció, estático, con la visita del Athletic. Dio alguna orden desde la zona técnica. Después se sentó.

La grada no se alteró a pesar del gris juego blanco del principio. Ni con el gol encajado a los once minutos por Lafita, que ponía el marcador en contra. Suele ser algo habitual en los últimos tiempos. Empezar perdiendo. Como contra el Athletic. Como contra el Málaga en el primer partido de la Copa.

Sin grandes aspavientos también el equipo recobró la normalidad en el partido. Primero con un gol del brasileño Kaka, que dejó la situación en empate antes del descanso.

Después con el de Cristiano, que situó con ventaja al Madrid. Entonces la afición despertó y mostró su apoyo al goleador, con el que también tuvo sus más y sus menos hace unas semanas. "Ronaldo, Ronaldo" al portugués.

Xabi Alonso también fue halagado por el gentío. Fue sustituido el centrocampista de Tolosa en cuanto el alemán Mesut Ozil hizo el tercer tanto. Necesita reposo el mediocentro blanco, fijo en todas las citas.

Mourinho salió en varias ocasiones del banquillo para dictar ajustes en su conjunto. Entre ellas la colocación de Jose Callejón como lateral izquierdo para ocupar el lado del brasileño Marcelo, que jugó el tramo final 'cojo', lesionado y sin posibilidad de abandonar el campo. Los cambios estaban agotados.

Mourinho estuvo activo. A pesar de que el marcador estaba a favor. Pero apenas sintió el calor del público. Ni el frío. Hubo una tregua.

Mostrar comentarios