Tres increíbles casos de superación humana que conmovieron al deporte

Basado en hechos reales… Las historias que van a leer a continuación no les van a dejar indiferentes.  Superación, amor verdadero, incondicional,  la fuerza del cariño, la fe, la esperanza… La célebre frase de “Sí se puede” podría resumir la vida de los hermanos Conner and Cayden Long, de la de la familia Hoyt y de los Ferre. A las tres les une la misma hazaña: compiten por y para otro.

Conner lo hace para que su hermano Cayden, con parálisis cerebral, pueda correr, nadar y montar en bicicleta gracias a él. Conner tiene 9 años, hace dos años le dijo a sus padres que quería competir en triatlones con su hemano de 6 años.

Lo que al principio parecía un sueño infantil se ha convertido en una realidad. Conner lleva en un transportín adaptado a la bici, una barquita atada a una cuerda cuando nada y una silla especial cuando corre.

Los dos hermanos compiten juntos. Conner lo hace gracias a la fuerza que le da su hermano, su sonrisa, su mirada, hace que valga la pena el sacrificio. En 2012, Sport Illustrated premió a los hermanos Long, fue uno de los muchos homenajes que han recibido. Esta es su página de Facebook.

Las 1.000 carreras de la familia Hoyt

El caso de la familia Hoyt es parecida y comenzó hace bastantes años. Ellos son el resultado. Rick sufre parálisis cerebral porque el cordón umbilical se enredó alrededor del cuello y se quedó sin oxígeno, ahora vive independiente, se graduó en la universidad con un curso especial y da conferencias por el mundo. Tiene 51 años y su padre no aceptó el diagnóstico de los médicos cuando le dijeron que su hijo, Rick, viviría como un vegetal.

La primera carrera que disputaron juntos fue en 1977, cuando terminó, Rick le dijo a su padre que no se había sentido como un discapacitado y empezó una aventura de 1.000 carreras completadas, incluyendo maratones, duatlones y triatlones (6 de los cuales son las competencias Ironman).

El Maratón de Boston de 2009 fue oficialmente la carrera número 1000 del Equipo Hoyt. Ahora Rick dice que vive con la ilusión de poder empujar alguna vez a su padre en una silla de ruedas… "Yes you can", frase que preside la portada de su página web.En España se puede empujar el carro por María

En España, Josele Ferre compite con María, que sufre síndrome de Rett. Desde su blog nos “invitan” a empujar ese carro que la permite sonreír y respirar vida. Este es el video en el que la pequeña María cuenta su historia. Josele es otro padre coraje.

Seguro que hay muchos más ejemplos de superación y amor, de vínculos de sangre, lo que está claro es que en todos estos casos el deporte es salud y da vida.