Tskitishvili: "España, Barça y Gasol son mejores mundo sin contar los americanos"

Fuenlabrada (Madrid).- Nikolov Tskitishvili (Tblisi, Georgia, 14-04-1983), pívot del Ayuda en Acción Fuenlabrada, número 5 de dratf de la NBA en 2002 y con apreciable experiencia tanto en la liga profesional estadounidense como en Europa, afirmó hoy a EFE que el baloncesto español es el mejor del mundo si se excluye de la comparación al estadounidense.

"Los ejemplos son muy claros: La Liga ACB es la segunda mejor del mundo, el Barcelona es un equipo casi imparable en Europa y mejor que varios de la NBA, la selección española no tiene rival salvo el 'Dream Team' y Pau Gasol es, hoy por hoy, el mejor jugador del mundo no estadounidense", declaró.

El georgiano considera, además, que el pívot catalán ha superado al alemán Dirk Nowitzki en el trono virtual que elige al mejor jugador de baloncesto del mundo sin exceptuamos a los de los Estados Unidos.

"Cuando yo jugaba en la NBA, Nowitzki era el mejor, ahora lo es Gasol. Él sólo está un escalón por debajo de elegidos como Kobe Bryant o Lebron James. Además, es una estrella que juega para el equipo, lo que aumenta su valor. He jugado todos contra ellos y lo tengo muy claro", explicó.

En un más amplio análisis de sus preferencias, Tskitishvili apuntó más nombres para completar su podio particular de jugadores: "Entre los españoles de la ACB quizás Ricky Rubio y Navarro sean las grandes estrellas, pero yo tengo debilidad por Fran Vázquez; en la NBA, quitando a los americanos, me encanta el argentino Luis Scola. A Vázquez y a él les pasa lo mismo, nadie les señala como los mejores pero hacen muchas cosas y muy bien", apuntaló.

No obstante, 'Skita' (su apodo) tiene a alguien en particular en lo más alto de su pedestal baloncestístico: "Crecí con un póster de Michael Jordan en mi habitación, en mi primer año en la NBA con los Denver Nuggets, mi entrenador me mandó saltar a la pista a defender a Michael Jordan, que había vuelto para jugar en los Washington Wizards. No era el mismo jugador de los Chicago Bulls, pero para mí fue increíble estar a su lado; le pellizque un brazo para comprobar que era él de verdad", relató.

Tskitishvili suele sonreír cuando, fuera de Georgia natal, se pronuncia su apellido. En su país, eso sí, es un ídolo: "En Georgia soy un tipo famoso, aunque mi mujer Sofi lo es más que yo, ella es una reconocida bailarina de danza tradicional georgiana y sale mucho en la tele y en las revistas. De pequeño, yo también practiqué la danza, pero me retire a tiempo (risas). ¿Mi apellido? Supongo que será muy difícil, nadie lo pronuncia bien. En Francia, dijeron por megafonía algo así como 'distibilis', no sabía si era yo o un virus", ironizó.

El pívot de 2,12 metros, que llegó a Fuenlabrada por segunda vez tras una traumática experiencia en el Panionios griego -"no me pagaron ni el primer mes"-, y que acaba contrato a final de temporada, quiere quedarse en España a toda costa: "Aquí sería feliz, me encanta España y jugar en su liga es un privilegio. Dentro de unos meses seré padre, sería bonito criar en su país a un niño que se llame Pepe Tskitishvili, ¿no cree?", concluyó entre carcajadas.