Twinkle y Sonia, las cristianas pakistaníes que sueñan con un oro en halterofilia

  • Los cristianos de este país de mayoría musulmana son a menudo relegados a los empleos más ingratos, como el tratamiento de desechos, o limpiar alcantarillas.

    Ambas han conquistado la medalla de oro en Pakistán, lo que es 'un motivo de orgullo para todos los cristianos y para todas las mujeres'.

Twinkle y Sonia son dos pakistaníes de complexión fuerte, campeonas de halterofilia, que cargan con el peso de ser pioneras en su país en su disciplina y con el de la discriminación que sufren por ser mujeres, profesando además el cristianismo.El año pasado, Twinkle Sohail se convirtió en la primera mujer en representar a Pakistán en una competición de powerlifting, un deporte cercano a la halterofilia en el que los pesos que se levantan son mayores, y se tiene menos en cuenta la técnica.Sohail conquistó la medalla de oro en categoría junior de menos de 57 kilos durante un campeonato asiático de powerlifting. Al día siguiente, su compañera Sonia Azmat conquistó la segunda medalla de oro para Pakistán, en categoría de -63 kg.Este doblete histórico fue motivo de orgullo para la comunidad cristiana pakistaní, frecuentemente atacada por atentados islamistas, como el que causó mas de 70 muertos en Lahore en Semana Santa.Los cristianos de este país de mayoría musulmana son a menudo relegados a los empleos más ingratos, como el tratamiento de desechos, el mantenimiento de alcantarillas o la limpieza, y tienen continuamente sobre sí la espada de Damocles: una ley que castiga con la muerte la blasfemia contra el Islam.Pero Twinkle y Sonia, las dos de 19 años, son fuente de inspiración para su generación luego de su triunfo en Mascate (Omán) el año pasado ante representantes de otros doce países.Pero su ambición no termina ahí: en su horizonte está el campeonato del mundo de powerlifting el próximo año en Orlando (Florida).Pero el camino es largo desde los estrechos callejones de los barrios cristianos de Lahore en los que viven. Twinkle, que comenzó como ciclista, fue inducida a la halterofilia por los entrenadores del gimnasio en el que se preparaba físicamente.'Las dos eran las mejores', asegura su entrenador, Rashid Malik, mientras mira las evoluciones de su dos pupilas antes de que uno de los habituales cortes de electricidad fundan a negro la visión del gimnasio. Twinkle señala que para alcanzar los triunfos deben luchar más que sus homólogas musulmanas.'Ya sea en la escuela o en el deporte, sólo podemos conseguir mejores resultados que la mayoría musulmana si trabajamos dos veces más', subraya.Sonia, cuyo padre abandonó a la familia, obligando a la madre a acumular trabajos para sacar adelante a la prole, recuerda presenciar con envidia sana los entrenamientos de los atletas en el Stade Railway en Lahore.Todos los días les veía ejercitarse mientras ella se dirigía a trabajar a la fábrica. 'Quería ir con ellas, calzar zapatillas deportivas como ellas, y hacer lo mismo que ellas'. Ahora le toca a ella y a Twinkle, que en inglés significa 'brillar', abrir camino.Antes que ellas, otros cristianos pakistaníes se hicieron con un nombre en el deporte, en hockey sobre hierba, atletismo y cricket - uno de ellos fue el excapitán de la selección de cricket Yousaf Youhana, aunque se convirtió al Islam -.Pero ellas son mujeres, jóvenes y cristianas, unos factores que juegan en su contra en una sociedad conservadora y patriarcal.'Una medalla de oro no es algo común ni habitual', indica Shetal Asif, otra cristiana que aspira a practicar la halterofilia a nivel internacional. 'Tienen realmente mucha fuerza', explica.Fuente de inspiración para los cristianos y las mujeres'Las hazañas de Twinkle y Sonia han devuelto la esperanza a los jóvenes deportistas cristianos, y darán fuerza a más jóvenes para conquistar los laureles para su país y el respeto para sí mismos', estima un practicante cristiano, Shamaun Alfred Gill.Hira Arshad, que frecuenta el mismo gimnasio que Twinkle, estima que ella no es sólo fuente de inspiración para los de su religión, sino también para las mujeres.'Desde el éxito de Twinkle, cada niña quiere lanzarse a por la gloria personal y la de su país' señala la joven, que se reconoce a sí misma inspirada.'Soy musulmana, pero estoy impresionada por su éxito, y hay más chicas musulmanas y cristianas que lo están y quieren practicar deporte a nivel internacional', añade. Muchas de ellas piden consejo a Twinkle y a Sonia. 'Les digo 've y trabaja duro'', dice Sonia. '¡Tira de Pakistán hacia lo más alto!'.

M.T.
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