Ullrich, retirado y con síndrome de "burn-out", sigue acosado por los escándalos

Berlín.- El ex ciclista Jan Ullrich, único alemán que hasta ahora ha ganado un Tour de Francia, en 1997, seguirá en el objetivo de la justicia de su país por sospechas de dopaje, a pesar de su retirada del deporte y estar aquejado del síndrome del "burn-out" -desgaste por estrés o síndrome del "quemado"-.

Un día después de que la Audiencia de Hamburgo desestimara la querella de Ullrich contra el experto en dopaje Werner Franke, y coincidiendo con su proclamación pública de sufrir esa dolencia, el semanario "Der Spiegel" afirma que al ex niño mimado del ciclismo alemán le aguardan nuevas demandas.

Franke, biólogo y "perseguidor" incansable de Ullrich en tribunales, se propone reabrir el caso cerrado unos meses atrás, para probar su tesis de que el ex ciclista lleva mintiendo cuatro años y que sí fue cliente del médico español Eufemiano Fuentes, figura clave de trama de dopaje revelada en la "Operación Puerto".

Para ello, se amparará en la sentencia del viernes, que desestimaba la querella presentada por Ullrich en 2006 contra el biólogo, después de que éste le acusara de haber pagado al menos 35.000 euros a Fuentes y estar, por tanto, entre sus clientes.

Ullrich se retiró el 26 de febrero de 2007 del ciclismo, meses después de quedar excluido del Tour de Francia por sospechas de dopaje, lo que le costó el despido de su equipo, el T-Mobile.

La retirada fue el colofón a una larga retahíla de escándalos que dejaron en entredicho el palmarés de quien fue campeón del Tour en 1997, y en total quedó cinco veces segundo -1996, 1998, 2000, 2001 y 2003- en la ronda francesa.

En dos ocasiones no salió: 1999, por una lesión, y en 2002, a causa de una suspensión por consumo de anfetaminas, que le valió ya el primer despido de Telekom -equipo luego rebautizado como T-Mobile, hasta que finalmente abandonó el patrocinio del ciclismo tras una serie de confesiones de dopaje en sus filas.

En todo ese proceso, Franke, una especie de gurú contra Ullrich, en particular, y el resto de los ciclistas que corrieron con el T-Mobile, por extensión.