Un mes de juicio con más sombras que luces

  • El juicio de la Operación Puerto cumple un mes pendiente de los secretos que aún esconde Eufemiano Fuentes, que deja en el aire su posible relación con deportistas ajenos al ciclismo, y de la decisión de la juez sobre el acceso de las acusaciones a las muestras de sangre incautadas.

Madrid, 28 feb.- El juicio de la Operación Puerto cumple un mes pendiente de los secretos que aún esconde Eufemiano Fuentes, que deja en el aire su posible relación con deportistas ajenos al ciclismo, y de la decisión de la juez sobre el acceso de las acusaciones a las muestras de sangre incautadas.

Los 31 días que van desde el 28 de enero hasta hoy han generado un torrente de declaraciones en largas sesiones, en las que términos como autotransfusión, EPO, hemoglobina, sangre, salud o riesgo se han escuchado, además de en español, en italiano con Ivan Basso, en alemán con Jorg Jaksche y en inglés con Tyler Hamilton como protagonistas.

Ciclistas, peritos, médicos y guardias civiles han testificado para permitir juzgar si los cinco acusados cometieron o no un delito contra la salud pública, mientras el juicio paralelo a las prácticas de dopaje en España acecha todo lo que ocurre en el Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid.

Eufemiano Fuentes y su hermana Yolanda, Vicente Belda, Manolo Saiz e Ignacio Labarta se han sentado durante un mes en el banquillo de los acusados, desde el que han escuchado testimonios tan duros como el de Jesús Manzano, que desveló todo un ritual de dopaje, con su vocabulario propio, durante su etapa como corredor del Kelme.

Los efectos secundarios narrados por Manzano tras las autotransfusiones que le practicó Fuentes fueron descritos también por el estadounidense Tyler Hamilton, por videoconferencia desde Washington, y por el alemán Jorg Jaksche de forma presencial.

Por contra, el pelotón español de testigos, del que se cayó inesperadamente Alberto Contador al renunciar a su declaración la defensa de Manolo Saiz, que era la única que lo había solicitado, negó toda relación con el dopaje.

Isidro Nozal, Joseba Beloki, David Etxebarria, Unai Osa, Marcos Serrano y Ángel Vicioso no dieron ninguna explicación ni al hecho de que sus nombres figuraran en documentos intervenidos a Fuentes ni a los positivos que algunos de ellos dieron en los controles.

En las periciales, el alemán Yorck Olaf Schumacher -experto propuesto por la AMA- fue contundente al decir que las autotransfusiones suponen un riesgo para la salud, hasta el punto de poder "causar fallos de órganos y provocar la muerte" y criticar los métodos para conservar y transportar la sangre en frigoríficos y mochilas.

Schumacher se definió incapaz de interpretar un tipo de tratamiento médico con las anotaciones de los documentos de Fuentes, igual que el doctor Jordi Segura, director del Laboratorio Antidopaje de Barcelona, que analizó las bolsas de sangre incautadas.

Segura consideró que "faltaba mucha información" en la identificación de las 99 bolsas de plasma que la Guardia Civil remitió al centro, donde se comprobó que sólo 8 presentaban rastros de sustancias dopantes, concretamente, de EPO, aunque la cantidad localizada no era peligrosa para la salud, según un perito del Servicio de Información de Toxicología (SIT).

Mientras en la sala se han explicado datos técnicos sobre transfusiones, métodos de dopaje, formas de ocultarlo y efectos de medicamentos, el juicio se ha visto salpicado también por sobresaltos.

El primero llegó con la declaración de Fuentes, que para cargar contra el Consejo Superior de Deportes (CSD) -personado en la causa a través de la Abogacía del Estado- dijo que entre los deportistas a los que trató figura el exciclista Javier Pipe Gómez, presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP) y director de la Fundación Deporte Joven del CSD, a la que renunció ese mismo día.

Después fueron las declaraciones del expresidente de la Real Sociedad en 2008, Iñaki Badiola, quien relacionó las siglas "Rsoc" de los documentos de Fuentes con el club donostiarra, y luego la muerte repentina del forense que examinó a Jesús Manzano, un día antes de la fecha fijada para que compareciera como testigo.

El último, hace cinco días, cuando Eufemiano Fuentes dijo que la única persona que sabe si Marta Domínguez está implicada en el caso es él. "Solamente se lo diré a la juez si me lo pide", soltó el médico canario, en cuyas bolsas de sangre aparece una con el nombre de "Urco", que se relacionó con la atleta palentina, dado que coincidía con el nombre de un perro de su marido.

Esta afirmación de Fuentes puso el punto y seguido a un juicio, hasta ahora con más sombras que luces, que se reanudará el próximo lunes con la declaración del doctor Antonio Rico Revuelta, propuesto por la defensa de Fuentes y de los exdirectores deportivos Vicente Belda y José Ignacio Labarta.

Después comenzarán las audiciones de las conversaciones telefónicas intervenidas en 2006 por la Guardia Civil a los acusados, que se enfrentan a una pena de dos años de prisión y otros tantos de inhabilitación.

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