Una ‘jugona’ en el reino de la testosterona

En una de sus rutinas, el capitán del equipo de fútbol americano del Spotsylvania High School fue, uno a uno, dando puñetazos en las protecciones y en el casco a todos los jugadores del equipo. No hizo distinciones con Lauren Luttrell, la chica que, ante la sorpresa de todos, acababa de entrar en el grupo, pero cuando reparó en que era ella, el muchacho se puso colorado. “Le dije que todo estaba OK, pero la verdad es que el chaval lo pasó mal”, decía Luttrell al periódico local riendo.

Habrá más escenas como ésta si la chica sigue en su empeño: ha completado con éxito la primera prueba para el equipo de la universidad en la que acaba de entrar, Virginia Tech, y en febrero afrontará el segundo corte. Quien haya visto ‘Un domingo cualquiera’, de Oliver Stone, tendrá una visión hiperhormonada y llena de testosterona del fútbol americano. No es una peli del todo realista, pero sí que da la idea de que una chica en un vestuario de este deporte pega poco.

La historia tiene miga. Como cualquier joven, Luttrell jugaba a los deportes tradicionales para ellas en América: el voleibol y el fútbol. El segundo entrenador del equipo de balompié, viendo lo fuerte que la pegaba, le dijo que debía hacer la prueba como ‘punter’ (pateadora) del equipo de fútbol americano. “Me da igual que sea una chica o un alien con tres cabezas: mientras meta la pelota entre los palos la quiero en mi equipo”, dijo el técnico. Al principio apenas jugaba, pero acabó como la titular. Y al empezar en la universidad, ¿por qué no probar?

En febrero tiene una segunda prueba. Y, por la confección de la plantilla (los dos mejores pateadores del equipo acaban la universidad este año), es más que probable que Lauren se quede este año entrenando y el que viene ya forme parte de los ‘Hokies’ de Virginia Tech. Sería la demostración de que las mujeres pueden triunfar hasta en el ambiente más hostil de todos.