Una nueva hornada de talentos de La Masía aguarda su oportunidad en 2013

Àlex Cubero

Barcelona, 30 dic.- Con el anhelo de imitar los pasos de los Messi, Xavi, Iniesta, Valdés o Puyol, una nueva hornada de talentos de La Masía azulgrana espera lograr en este próximo 2013 la ansiada oportunidad de hacerse un hueco en el exigente firmamento del Barcelona, donde dos tercios de la plantilla son canteranos.

Son apenas esbozos que insinúan un futuro prometedor. Sus nombres, casi desconocidos en el panorama internacional, podrían compartir vestuario en muy poco tiempo con astros del fútbol mundial que hace no demasiados años recorrieron esos mismos pasos.

Aunque rondan la mayoría de edad, podrían ser titulares en muchos equipos de Primera División. El Barça B es octavo en Segunda y el más goleador, con 40 goles. Los tres primeros clasificados -Elche, Girona y Alcorcón- solo lograron arrancarles sufridos empates.

Una Edad de Oro de La Masía que parece no tener fin. El siguiente en subir al carro del primer equipo será el centrocampista Sergi Roberto, que en 2013 podría ver cómo se cumple su ansiado sueño.

Con una elegancia que recuerda al inglés Frank Lampard, Roberto (Reus, Tarragona, 1992) combina su cuarto año en el filial con las llamadas del primer equipo, al que se incorporará con toda seguridad el próximo curso. De momento, estos últimos meses ha sido titular en dos partido ante el Alavés en Copa y ante el Benfica en 'Champions'.

Un encuentro en el que también apareció durante unos minutos la joya de la corona de la cantera, el delantero Gerard Deulofeu (Riudarenes, Girona, 1994). Rodeado de expectativas, el máximo goleador en Segunda con 11 goles es el gran diamante a pulir, obligado a convivir entre el elogio constante y la crítica feroz.

Como el protagonista de su libro preferido, 'Harry Potter', saga que ha devorado con tanta facilidad como rivales deja atrás, Gerard es aquel niño mago marcado desde su nacimiento como 'El elegido'.

Es descaro, potencia equina y regate serpentino. Pero su carácter controvertido y la tendencia a querer ser llanero solitario entre el fútbol coral azulgrana son las cicatrices de una estrella en cocción, con la que se quiere tener paciencia y marcarla de bien cerca. Por eso solo ha disputado 997 de 1710 minutos posibles.

Si Sergi Roberto es el líder intelectual del filial y Deulofeu el carismático, Rafinha Alcántara (Sao Paulo, Brasil, 1993) es el comandante en la trinchera. Es hijo del exfutbolista Mazinho y hermano menor del azulgrana Thiago, jugador del primer equipo.

'Todocampista' en su máxima expresión, capaz de rematar a gol y, en la siguiente jugada, pelear un balón como si no existiera un mañana, es un prodigio físico de exuberante técnica. El Camp Nou aguarda la dupla con su hermano, algo que ya ocurrió este mes ante el Benfica.

Más se deberá esperar a dos joyas prematuras, el camerunés Jean Marie Dongou y el defensa Alejandro Grimaldo. El primero, de 17 años (Duala, Camerún, 1995), es un prometedor ariete que va dosificando sus apariciones como titular en el Miniestadi. "Va dando los pasos adecuados, pero hay que ser cautos", advierten en el cuerpo técnico.

'Juan', como le llaman en el vestuario, ilumina el sueño africano en La Masía, que entre 2005 y 2009 llevó al desembarco progresivo de varias promesas de la mano de Samuel Eto'o. Sus compañeros admiten que Dongou es una auténtica 'roca'. "No he visto delantero así, pero es joven todavía", añade su técnico, Eusebio Sacristán.

También con cautela se dirige al lateral zurdo valenciano Álex Grimaldo, quien con 16 años ya era titular a principio de campaña. Carrilero veloz con gran llegada y un excelente disparo, algunas faltas de disciplina y un bajón en su ritmo de entrenamiento le llevaron a quedar fuera de varias convocatorias, como toque de atención. El problema, en todo caso, parece ya encauzado.

También despuntan, entre otros, el polivalente extremo Cristian Lobato -que encandiló a Guardiola-, el mediapunta Luis Alberto -cedido por el Sevilla y gran sorpresa del año- o el disciplinado lateral Carles Planas. Con 17 canteranos en el primer equipo, como lo fuera también el técnico Tito Vilanova, la senda hacia el Camp Nou nunca había sido tan dura y posible al mismo tiempo.