Los goles celestes fueron convertidos por Martín Cáceres (9) y Diego Godín (68), que le permitieron a Uruguay ganar por primera vez en los 3.600 metros de altitud de La Paz por clasificatorias mundialistas, donde hasta el presente había cosechado cuatro empates y cinco derrotas.
El extraordinario partido aumentó de valor, pues los charrúas no pudieron sumar para este partido con sus insustituibles estrellas Suárez (FC Barcelona) y Cavani (París Saint-Germain), ambos suspendidos por la FIFA y la Conmebol respectivamente.
Además, ni siquiera pudieron contar en la banca con su timonel Oscar Tabárez, quien siguió el partido desde el palco oficial del estadio, pues también debe cumplir una sanción disciplinaria de la Conmebol que arrastra de la Copa América en Chile.
El adiestrador de la celeste alabó los resultados que dieron la planificación previa, pese a que se presumía que pondría sobre la cancha una estrategia ultradefensiva, la que no se dio.
"Sabíamos muy bien que teníamos que venir a buscar los tres puntos. Hubiese sido suicida esperarlos atrás", señaló el timonel.
El balance para Uruguay es positivo desde varias ópticas: al fin venció en los 3.600 metros de La Paz, se desembarazó de la espina que le era Bolivia, se lleva tres valiosos puntos a su tierra, arranca con un triunfo y se motiva para esperar a Colombia por la segunda fecha, la próxima semana.
Además, Uruguay pretende romper el maleficio de las últimas clasificatorias cuando tuvo que llegar a los ecuménicos para Sudáfrica-2010 y Brasil-2014, por la vía de los sufridos repechajes.
La otra cara de la medalla fue su par boliviano, Julio César Baldivieso, quien asumió la responsabilidad y alabó a sus rivales. "Vienen trabajando en el mismo sentido, el 'Maestro' Tabárez está como 13 o 15 años, es el fruto del trabajo" que realiza Uruguay, complementó.
Para la segunda fecha del premundial regional, el próximo martes, Uruguay será local ante Colombia en Montevideo y Bolivia se desplazará a Quito para enfrentar a Ecuador.
Uruguay abrió el marcador con un gol tempranero, a los 9 minutos, por medio del defensa Cáceres, sin mucho esfuerzo y ante una floja defensa boliviana que, presa del nerviosismo, no pudo evitar la caída de su arco.
El uruguayo aprovechó un débil despeje del meta local Daniel Vaca, tras un cabezazo de su compañero Abel Hernández, para rematar, casi sin marca.
Los bolivianos trataron de reaccionar, pero demostraron que se necesitaba más que voluntad para voltear la tortilla.
Uruguay, en cambio, se mostró con más clase para estas lides y tratando de evitar la pérdida insulsa de aire en la altitud.
La iniciativa osciló entre las delanteras de los dos equipos, en los que descollaron con luces propias los porteros: el boliviano Vaca, del modesto Sport Boys boliviano, y el uruguayo Fernando Muslera, del Galatasaray turco, quien cada uno, en su momento, ahogaron el grito de gol de sus adversarios.
Pero el ímpetu local no dio sus frutos, y fue Uruguay el que aumentó el marcador a los 68, por medio de Godín de golpe de cabeza. El meta local, que había tenido atajadas impecables, salió en falso y permitió que el espigado defensor central marcara con un cabezazo sobre el segundo palo.
Bolivia siguió con su tarea de hacer el desgaste, de atacar y de quitar el balón, mientras Uruguay moviendo el acelerador del partido a su gusto.
El segundo tanto pareció electrocutar a Bolivia, pues naufragó más aún en la cancha, como confirmando los presagios uruguayos de que estaban al frente de la peor selección altiplánica.
Pareció que un eclipse solar cayó sobre la cancha del Hernando Siles y la oscuridad cubrió al elenco altiplánico, mientras Uruguay hacía el negocio redondo. Además, Bolivia terminó con diez hombres por la expulsión a los 70 minutos de Jair Torrico.
jac/cl
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios