"No podía escapar la medalla"

Valero y Cerezo regresan a España con las medallas al cuello y emocionados

Lo dimos todo y lo importante es saber que ha salido el trabajo de muchísimo tiempo", dijo David Valero en una recepción brindada junto a la taekwondista Adriana Cerezo en el Comité Olímpico Español (COE). 

Valero y Cerezo regresan a España con las medallas al cuello y emocionados
Valero y Cerezo regresan a España con las medallas al cuello y emocionados.
EFE

Los primeros medallistas olímpicos españoles ya han regresado a casa. El corredor de bicicleta de montaña David Valero afirmó que después de la gran remontada que protagonizó en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 no se le podía "escapar" la medalla de bronce, y confesó que después de las restricciones por la pandemia de la Covid-19 el éxito se "saborea más". "A falta de una vuelta vi que estaba en la pelea por la medalla y me dije: 'Esta medalla no se puede escapar'. Lo dimos todo y lo importante es saber que ha salido el trabajo de muchísimo tiempo", dijo el pupilo de Carlos Coloma en una recepción brindada junto a la taekwondista Adriana Cerezo en el Comité Olímpico Español (COE) en Madrid.

David Valero, que fue recibido este miércoles por su mujer en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, estuvo acompañado por el seleccionador nacional de bici de montaña, Mikel Zabala, explicó cómo se desarrolló la carrera en la que sufrió un 'enganchón' en las primeras vueltas y tuvo que remontar desde las últimas plazas. "La salida no fue la esperada. Me puse en un sitio no pensado, me quedé bloqueado, pero sabía que la carrera iba a ser muy larga, que se iba a hacer muy dura por 'la' calor. Puse un ritmo cómodo y me sentí mejor conforme pasaba la carrera. Iba recortando y sentí esa motivación que solo se siente en los Juegos. Alguna vez he tenido problemas en otras pruebas, pero no se tiene esa motivación extra que dan los Juegos", comparó.

El corredor de Baza recordó que las primeras palabras de agradecimiento se las dedicó a su mujer, y a la afición española por todo el sufrimiento que ha padecido por la pandemia. "Me vino un cúmulo de emociones cuando crucé la meta. Tengo un pequeño de tres años y, van pasando los días, y con los viajes y entrenamientos no lo ves crecer. Pensé en mi mujer, en el niño, en los días sin estar con ellos", indicó.

Valero insistió en todo ese tiempo de renuncias y en la "recompensa" que ha recibido por ello. "Yo doy pedales y entreno, pero es importante tener una persona a tu lado que te vaya guiando. Y quise dedicarle la medalla a mi país después de este año tan complicado, de aquel mes y medio en el que estuvimos encerrados en casa, por los familiares que se han ido. Al final se saborea mucho más", reconoció.

Por su parte, La taekwondista española Adriana Cerezo, que el pasado sábado se colgó la medalla de plata en -49 kilos, reconoció ser "más consciente" de lo que supone su éxito en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, pero explicó que tiene "una espinita" por perder la final que se querrá sacar en próximas competiciones. "Dije que no firmaba el bronce (antes de la competición) pero una medalla es muy complicado, aunque quieres ir a por todo. Tuve la suerte de que fuimos pasando combates, fue muy bien y nos metimos en la final", dijo este miércoles, ya en Madrid.

La madrileña, que logró la primera medalla para España en los Juegos que se están celebrando en Tokio, fue recibida en la sede del COE, en un acto en el Auditorio Goyeneche. A sus 17 años, para Cerezo, perder la final, que tenía además ganada a siete segundos de que se terminara el combate, supone querer más. "Sí, ya soy mucho más conscientes, va ganando más la alegría que la rabia, esa espinita va a estar ahí, no sé si mucho tiempo, seguramente para siempre. A ver si los próximos Juegos o lo que se vaya dando podemos ir sacándola", añadió.

En el acto, que compartió con el también medallista David Valero, participó el presidente de la Federación Española de Taekwondo, Jesús Castellanos. "Muchas gracias por lo que nos has dado. Para mí es un orgullo poder estar aquí y poder expresar públicamente lo que significa para el taekwondo esta medalla. Es la medalla de la alegría, de la simpatía que has transmitido a todos los jóvenes deportistas", dijo Castellanos.

"Ahora todos quieren ser Adriana Cerezo, además ven esa posibilidad, porque ven una niña de 17 y por qué no pueden ser ellos. Hay un antes y un después. Ha sido algo fabuloso. Vimos a esta niña crecer y nos llamaba mucho la atención. Hablábamos de que esta niña nos iba a dar grandes alegrías, ha venido muy pronto y seguro que nos dará más alegrías. No te relajes mucho, está París 2024 en solo tres años nada más", terminó.

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