Veinte años del apuñalamiento a Monica Seles en Hamburgo

    • Hoy se cumplen 20 años del apuñalamiento a Monica Seles en el torneo de Hamburgo.
    • La entonces número 1 del mundo fue sorprendida por un espectador mientras estaba sentada en su silla en un descanso.
Monica Seles momentos después de recibir una puñalada en el torneo de Hamburgo
Monica Seles momentos después de recibir una puñalada en el torneo de Hamburgo
Julio Muñoz | puntodebreak.com

En abril de 1993, una chica nacida en la localidad serbia de Novi Sad un 2 de diciembre de 1973 era la auténtica sensación del circuito. Llamada Monica Seles, en apenas cuatro temporadas como profesional, su revés y derecha a dos manos se habían hecho legendarios, tanto como su forma de correr de lado a lado de la pista y de golpear a la bola con grito incluido, al punto de llegar a ser la gran dominadora del tenis femenino. Ocho Grand Slams y 32 títulos adornaban un palmarés que no hacía nada más que comenzar a escribirse cuando aún siquiera no había cumplido los 20 años. Una hegemonía que empezaba a cimentarse sobre rivales de la enjundia de Arantxa Sánchez Vicario, a la que había vencido en 10 de sus 11 enfrentamientos, la argentina Gabriela Sabatini a la que dominaba 8-3 en sus cara a cara y sobre todo, la alemana Steffi Graf, quien había tenido que ceder el liderato de la clasificación mundial tras caer en dos de las últimas cuatro finales de Grand Slam a manos de la entonces jugadora yugoslava. Un desafío duro para Seles que había sido capaz de derribar a un mito de la raqueta que años antes se había hecho con el Golden Slam en un mismo año (1988) y había alcanzado la friolera de hasta 13 finales consecutivas de Grand Slam desde Roland Garros 1987 hasta ese mismo evento en 1990.

Sin embargo, ese arrollador inicio de una carrera que prometía con convertirse en una de las más gloriosas de la historia del tenis se iba a detener un 30 de abril de 1993 durante el torneo de Hamburgo. En un partido de cuartos de final que apenas debía ser un trámite contra la búlgara Magdalena Maaleva, un descanso entre juego y juego en el segundo set fue aprovechado por un aficionado germano de nombre Günter Parche para apuñalar por la espalda con un cuchillo de cocina de 23 centímetros a la entonces número 1 del mundo ante la atónita mirada de los miles de espectadores presentes en la pista. "Durante el descanso, tras un juego, apuré hasta el final porque no había bebido nada de agua y de pronto sentí un dolor horrible en mi espalda... Me giré buscando de dónde venía el dolor y vi a un hombre detrás de mí levantando un cuchillo contra mí" fue el relato en primera persona del hecho por la propia Seles. Un día fatídico para una tenista que conocía en esa misma jornada por si fuera poco como su padre era diagnosticado con un cáncer de próstata.

Con antecedentes por desórdenes psíquicos y mentales, Parche, un tornero de 38 años en desempleo, fue reducido rápidamente mientras la jugadora se desplomaba al suelo tras caminar hacia mitad de la pista y comprobar lo ocurrido. El objetivo de Parche de querer volver a su compatriota Graf reinando en la WTA había sido el propósito de la acción. Desgraciadamente la jugada le había salido bien.

Seles, pese a no tener heridas de gran gravedad ya que no hubo daños en órganos ni tendones, estuvo 28 meses apartada de las pistas, en parte porque más que con el dolor físico tuvo que convivir con enormes secuelas mentales causadas por el incidente. Preocupada por lo ocurrido, su gran rival, Graf fue a verla al hospital, pero nunca comentó nada del hecho cometido por Parche, quien ni siquiera fue encarcelado, quedando en libertad condicional y dos años de tratamiento psicológico. Algo que como era de esperar no le sentó muy bien a Seles que se negó a jugar más en Alemania. "Lo que parece es que la gente ha olvidado que ese hombre me atacó intencionadamente y que no ha recibido ningún castigo.... No me sentiría segura volviendo", fueron sus palabras en relación a la decisión judicial y su intención de no pisar suelo germano.

El apuñalamiento generó un antes y un después en el tenis y en la propia jugadora. Para Seles, porque ya nunca volvió a ser la misma pese a que su carrera siguió siendo brillante e incluso llegó a ganar el torneo en el que volvió a la competición (Montreal 1995) y otros 20 más, entre ellos otro Grand Slam. Ni siquiera su aspecto físico guardó similitud. Acomplejada por su extrema delgadez en su periodo adolescente y por una frase de Parche, "las mujeres de verdad no pueden estar tan delgadas", Seles llegó a engordar más de 15 kilógramos, lo que le llevó a presentar un aspecto totalmente diferente en su retorno.

Para el tenis en general, porque las medidas de seguridad hacia los jugadores aumentaron notablemente, dejándose un espacio de seguridad entre las sillas de los tenistas y los aficionados con tal de evitar un posible contacto.

Seles antes del apuñalamiento:

- Ocho Grand Slams conquistados y otra final más (Wimbledon 1992) cuando todavía no había cumplido los 20 años.

- 32 títulos obtenidos.

- Cuatro victorias y seis derrotas contra Steffi Graf.

- Número 1 del mundo. - Tres WTA Tour Championships (la final de ese torneo se jugaba a cinco sets)

Seles después del apuñalamiento:

- Un Grand Slam más ganado (Australia 1996) y otras tres finales perdidas.

- 21 títulos conquistados después del incidente.

- Ya no volvería a ser nunca más número 1 del mundo.

- 1 victoria y cuatro derrotas contra Steffi Graf.

- Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney.

- La ganancia de peso de la jugadora fue espectacular. Llegó a engordar más de 15 kilógramos e incluso reconoció que llegó a sufrir bulimia y se refugiaba en la comida para superar sus problemas.

Saber hasta dónde hubiera llegado Monica Seles sin ese extraño suceso es difícil de pronosticar. Lo que está claro es que posiblemente de no haber ocurrido tan desgraciado acontecimiento, ahora mismo seguramente estaríamos hablando de una de las más grandes de la historia del tenis, si es que no lo es ya.

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