Sánchez Llibre vive su primer momento delicado en el nuevo estadio

  • Barcelona.- El presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, ha pasado en menos de una semana de superar la Junta General de Accionistas (JGA) con el apoyo mayoritario de los propietarios de la entidad a recibir la primera gran bronca desde que el conjunto blanquiazul juega en el nuevo estadio de Cornellà-El Prat.

Barcelona.- El presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, ha pasado en menos de una semana de superar la Junta General de Accionistas (JGA) con el apoyo mayoritario de los propietarios de la entidad a recibir la primera gran bronca desde que el conjunto blanquiazul juega en el nuevo estadio de Cornellà-El Prat.

El pasado martes Sánchez Llibre superaba sin problemas la JGA y más del 99% de los accionistas presentes aprobaron la gestión económica, pese a presentar una deuda neta de 113,5 millones de euros. En pocos días, el panorama ha cambiado radicalmente.

La derrota ante el Racing de Santander (0-4) despertó la ira de los aficionados que cargaron contra Sánchez Llibre y el consejo de administración que preside. Fueron muchos los aficionados que abandonaron el estadio antes de finalizar el encuentro. El mandatario aseguró que entendía el enfado.

"La afición tiene razón. Nosotros asumimos la culpa de lo que pasa", señaló Sánchez Llibre, quien fue más allá: "Si hay alguien que quiera mis acciones, yo las pongo todas a la venta. Tampoco voy a venderlas todas".

"No es cuestión de que el club se controle entre cuatro personas, así que mis acciones están a disposición de la masa social y las vendería a todo aquel que no quiera especular. No es una reacción en caliente porque ya lo hablé tras la Junta General de Accionistas. Lo digo porque lo creo así", argumentó.

Durante muchos meses se especuló con la posibilidad de que Sánchez Llibre dejase su cargo en la JGA. Sin embargo, no fue así y en su comparecencia final pidió que le dejasen vivir un año tranquilo. Unos días después, gran parte de los aficionados pedía su marcha.

A principios de año, el presidente vivió una situación similar cuando la grada estalló tras empatar ante el Recreativo de Huelva. "Entiendo las críticas del público y tomo nota. La afición es la que paga y es soberana. Todos los directivos deben aceptar lo que pasa en el campo y yo tengo claro lo que debo hacer", dijo entonces.

Por el momento, parece difícil que alguien pueda comprar las acciones de Sánchez Llibre y más después de los últimos movimientos accionariales. El presidente y sus allegados controlan un significativo número de acciones y no hay ningún grupo opositor que les haga frente.

Durante su mandato, el mandatario ha amenazado en numerosas ocasiones con dejar su cargo aunque su marcha nunca se ha producido. En esta ocasión, no habló de dejar la presidencia pero sí de reducir el número de acciones que controla.

Mostrar comentarios