Villaecija: "objetivo cumplido, salgo reforzada para las pruebas de piscina"

  • La nadadora española Erika Villaecija, que hoy se clasificó para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 tras quedar décima en los 10 kilómetros en aguas abiertas del Mundial de natación de Shanghái, dijo a Efe tras su logro que ha cumplido la primera de sus metas para este campeonato.

Jinshan (China), 19 jul.- La nadadora española Erika Villaecija, que hoy se clasificó para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 tras quedar décima en los 10 kilómetros en aguas abiertas del Mundial de natación de Shanghái, dijo a Efe tras su logro que ha cumplido la primera de sus metas para este campeonato.

Este primer paso "para mí es muy importante, porque la verdad es que llevo (sólo) un año compitiendo en esta disciplina y conseguir la décima plaza, que me da la clasificación directa para Londres, es muy importante", declaró.

"Es una prueba nueva para mí", recordó. "He apostado este Mundial por las dos cosas (piscina y aguas abiertas), así que objetivo cumplido, y ahora voy con muchas ganas, porque he salido muy reforzada para las pruebas de piscina".

Villaecija es la primera atleta española que se inscribe en un mismo Mundial de natación tanto para una prueba de aguas abiertas como para dos competiciones de piscina, en concreto los 800 metros, la que tiene más trabajada, y los 1.500 metros.

Los 800 suponen "la prueba principal" para ella en Shanghái, la que ha preparado más, y tras el buen resultado de hoy en la playa artificial de la localidad shanghainesa de Jinshan, dijo estar "muy animada, tanto física como mentalmente".

"Este Campeonato del Mundo es un reto para mí, y la verdad es que de momento ha empezado con buen pie, que es lo importante", comentó.

Para la española la prueba fue "un poco rara", explicó, por lo que tuvo que arreglarlo con un empujón de energía final.

"En la última boya, que me quedaban mil metros, iba como la (número) 20 o la 21, pero he metido la cabeza y he empezado a apretar, me he sentido fuerte y he llegado la 10, o sea que eso me da muy buenas sensaciones de cara a los 800 y a los 1.500, que son pruebas más rápidas", reiteró.

"He tenido un buen final, o sea que estoy bien entrenada", aseguró.

En la carrera "me he sentido un poco rara", dijo, "porque al principio me he colocado delante, luego he llegado bastante bien, aunque creo que me falta un poco de experiencia, el no agobiarme con la gente y eso, porque somos mucha gente, pero bueno, en Londres creo que sólo somos 25 nadadoras y estaremos muchísimo más tranquilas".

De su paso por Jinshan, Villaecija se lleva una lección aprendida: "que pase lo que pase en cualquier momento de la carrera tienes que estar centrada, sabiendo lo que falta, lo que te queda, y que si quieres conseguir algo, no hay que tirar la toalla nunca, en ningún momento".

Hoy lo que más le ha costado superar ha sido el intenso calor húmedo de la costa oriental china y los avituallamientos, "porque no estoy acostumbrada a hacerlos, pero ahora ya sé cómo funcionan".

De alguna manera su logro de hoy le ha servido para perder el miedo que tenía a competir con 56 nadadoras a la vez y poder recibir algún golpe que la ralentizara.

La carrera de hoy fue en la mayor playa artificial de China, con 680 metros cuadrados agua depurada, encerrada por diques de dos metros de alto que la separan de las sucias aguas marrones del mar de la China Oriental, saturadas durante cientos de kilómetros de costa de sedimentos de la cercana desembocadura del río Yangtsé.

Sobre el agua de esta playa artificial, construida en 2006 y rodeada de 12.000 toneladas de arena, inexistente en las costas shanghainesas y traída desde la isla tropical china de Hainan, Villaecija comentó que "está bastante sucia, aunque no lo parezca" por lo azul que parece comparada con el marrón del resto del mar.

"El agua está sucia, es como arenosa, como fangosa, aunque no se note, no se ve nada cuando vas nadando, es como marrón, pero eso ya tampoco importa", aseguró, "tienes que ir a seguir, a mirar las boyas y ya está".

"Hemos tenido suerte porque no está muy movida, que eso a mí también me favorece" porque se parece más a las condiciones de una piscina, comentó.

Además se ha llevado la experiencia de competir en aguas abiertas calientes y con relativamente poca salinidad, cercana a un 9 por ciento según los organizadores chinos del Mundial.

"La verdad es que para ser playa no estaba nada salada, y yo creo que eso nos ha ayudado, porque con el agua salada te deshidratas más", explicó.

La nadadora, de 27 años, valoró su creciente experiencia y cómo, según pasan los años, "cada Campeonato del Mundo que pasa es más difícil estar ahí, y si todavía me mantengo es muy buena señal de cara a los Juegos de Londres".

Los nadadores con el paso del tiempo tienden a ser menos veloces pero más resistentes, por eso, dijo, "en pruebas como las de aguas abiertas de 10 kilómetros la gente es más mayor, van dejando de nadar en la piscina y vienen aquí".

"Muchas nadadoras de aquí nadaban conmigo cuando yo empezaba a nadar en piscina", concluyó.

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