Vinicius vuelve a ser talismán para Solari y el Madrid gana cinco jornadas después

  • El equipo blanco logra al fin un resultado positivo y engañoso, porque el Valladolid plantó cara y lanzó dos veces al palo.  
Santiago Solari
Santiago Solari
efe

Y cinco jornadas después, el Real Madrid volvió a ganar en LaLiga. Tuvo que saltar al campo el joven Vinicius para que el viento soplase de contra a favor y Santiago Solari consiguiera su segunda victoria consecutiva después de sentarse en el banquillo madridista en sustitución de Julen Lopetegui. Como en Copa del Rey frente al Melilla el pasado miércoles, el jugador brasileño fue el más destacado, en este caso, al provocar el gol en propia meta que rompió el marcador a pocos minutos del final. 

Luego, con el viento a favor que da romper un marcador que parecía de granito, Benzema provocó un penalti claro y Sergio Ramos certificó una victoria que no veía el Santiago Bernabéu desde el 22 de septiembre. Por no ver, los seguidores blancos no veían apenas ganar puntos, ya que en las anteriores cinco jornadas solo había logrado un empate. Dos a cero final hoy en un marcador que no ha reflejado lo que pasó realmente en el campo, ya que el Valladolid tuvo más que opciones, con dos balones al palo incluidos. 

Porque el partido se había vuelto a complicar para los de casa. Falto de tensión, deshilvanado y con bastantes lagunas en todas las partes del campo, el Real Madrid fue incapaz de hacer gol. La grada se impacientaba y lo pagaba con todo el que pedía el balón. Así que llegó el momento de los cambios. El nuevo entrenador blanco había dado entrada de inicio a Asensio junto a los inamovibles Bale y Benzema arriba y poca novedad se vio respecto a la inoperancia de jornadas precedentes.

El galés continúa perdido y sin gancho, el francés mostró algo de voluntad y el mallorquín desaprovechó una oportunidad más. Con los cambios en la segunda parte, y la entrada de Isco y de Vinicius (además de Lucas Vázquez) por Casemiro, Asensio y Bale, respectivamente, el Madrid pudo apelar al menos a la habitual intensidad de última hora tan habitual de Chamartín. Por lo que se ve, bastó en esta ocasión. 

Mientras tanto, el Valladolid dio más de un susto. Dos de bastante intensidad, de hecho, puesto que fueron dos las veces que se encontraron con el larguero de Courtois. Y, además de eso, siempre daban la sensación de que podría llegar la sorpresa en cualquier aproximación. Todo lo contrario que los merengues, cuya falta de acierto en ataque es todavía alarmante. No hay que olvidar que los tres puntos son importantes por lo que tienen de acabar con una de las peores rachas que se recuerdan en Madrid, pero que esta tarde ha ganado por dos goles a cero con un primer gol provocado por Vinicius quer vino de rebote y un segundo, a balón parado. Le falta mucho a este Madrid. Quizá Vinicius sirva para dar otro aire. Sin embargo, una Liga se gana con mucho más que con desparpajo y rebotes. 

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