Àrsena Wenger ha concedido una entrevista a 'L'equipe Magazine' en la que se muestra preocupado por los últimos casos de dopaje destapados en el deporte mundial que se han magnificado en los últimos días con el caso del atletismo en Rusia. El entrenador desconfía de los deportistas y cree que los tramposos se benefician de la escasez de controles que se practican.
El técnico del Arsenal no ha escondido su pensamiento y ha asegurado que "en 30 años de carrera ninguno de mis jugadores se ha inyectado sustancias que pudieran mejorar su rendimiento. Sin embargo, hemos jugado contra muchos equipos que no respetaban esta filosofía".
"Para mí, la belleza del deporte es que todos quieren ganar, pero solo hay un vencedor. Estamos en una era en la que solo se glorifica al ganador, sin mirar otras cosas. Y luego, diez años después, te das cuenta de que el chaval era un tramposo. Y en ese tiempo el que fue segundo sufre. No tiene reconocimiento", lamenta Wenger.
Duda de la limpieza en el fútbol porque "honestamente no creo que hagamos lo suficiente en los controles" Añade por último que "es muy difícil para mí creer que entre los 740 jugadores del mundial haya cero problemas. Espero que Inglaterra sea inmune al dopaje, pero no lo sé. Cuando haces un control en la UEFA no toman muestra de sangre, solo de orina. Espero que no tengamos ningún problema con el dopaje pero tenemos que investigar".
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