Xavi acaba con cualquier polémica entorno al Balón de Oro: "Leo está por encima de Andrés y yo"

"Estoy feliz de pertenecer al trío candidato al Balón de Oro. Hace diez años me lo dices y no me lo creo. Y Leo está por encima de Andrés y yo. Es el mejor del mundo y, posiblemente, uno de los cinco mejores de la historia del fútbol", manifestó en una entrevista a la revista 'DiR Emotions' recogida por Europa Press.

En ella desveló que le dijo "¡Felicidades, máquina!" a Leo Messi en el momento en que su entrenador, Josep Guardiola, leyó su nombre para otorgarle el segundo Balón de Oro. "Y él se reía. Es un tipo cojonudo. Leo es tan grande...", añadió el de Terrassa.

Por otro lado, aseguró funcionar "al revés de la sociedad" por ser futbolero y futbolista a la vez. "La gente desconecta con el fútbol y yo no. En España es el ocio número uno. Yo soy futbolero y futbolista. Intento hablar de otras cosas, pero es inevitable. Procuro no ver ciertos programas ni leer ciertos periódicos, pero mis colegas me lo explican todo", señaló.

"Sé que soy un privilegiado al cien por cien multiplicado por dos. Me pagan una fortuna por hacer lo que me gusta, algo que el 80 por ciento de la población no puede decir, y estoy en mi club, porque soy culé a muerte. ¿Qué más puedo pedir? Sería abusar. Soy tan culé que veo el Barça como un negocio familiar. Quiero que funcione bien y sufro mucho", añadió en este sentido.

En cuanto a la presión de los medios de comunicación, sobre todo a los autores del 'Villarato', aseguró que es el "famoso entorno" que envuelve a los blaugrana. "Unos suman y otros no. Este club está unido. Pese a quien pese. Y, además, no solo es que ganamos, sino la manera en la que lo hacemos. Nos hace mucha gracia que intenten desestabilizarnos con temas que son alucinantes", espetó.

Tampoco quiere polémicas políticas por jugar con España o con Catalunya, ya que disfruta por igual defendiendo ambas camisetas. "Con perdón de la expresión, ganar un Mundial es la hostia y jugar con la selección catalana, un orgullo. A las dos iré siempre que me llamen", aseguró.

"La experiencia de Sudáfrica fue un máster en todos los sentidos. Por la convivencia, por el tiempo, por los primeros resultados malos, por el triunfo final... Se mezclaban muchas sensaciones, muchos altibajos emocionales. Después de la primera derrota nos conjuramos, pero había que ser muy fuerte mentalmente. Mucho", aseguró en recuerdo del pasado Mundial, primero ganado por España.