En su comunicado, Ban ha pedido una investigación "imparcial" sobre este ataque y "otros ataques similares contra civiles" en Siria, resaltando que si estos sucesos se repiten "es fundamentalmente porque sus autores, ya estén en los pasillos del poder o en reductos rebeldes, no temen a la justicia".
El ataque contra la escuela de la ciudad, controlada por los rebeldes, se saldó con la muerte de 28 personas, entre ellas 22 niños.
El director ejecutivo del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Anthony Blake, ha condenado este mismo jueves el bombardeo, afirmando que se trata de "una cicatriz más en el futuro de Siria".
El bombardeo en Idlib habría sido llevado a cabo por las fuerzas sirias o rusas, si bien Moscú ha puesto en duda este mismo jueves que la escuela fuera atacada desde el aire, negando además que sus aviones se encontraran en la zona.
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