"No fue posible garantizar la seguridad en todos los lugares ni en todos los momentos. Por eso, pido perdón a los ciudadanos de Hamburgo", ha dicho Scholz, del Partido Social Demócrata (SPD), en una declaración oficial realizada este miércoles desde el Parlamento local.
Scholz ha prometido que, a pesar de que "ya hemos dejado atrás días y noches terribles en Hamburgo", las autoridades se encargarán de investigar lo ocurrido y depurar responsabilidades. "Debemos aclarar qué pasó y detener a los delincuentes", ha sostenido.
El dirigente socialdemócrata se ha visto sometido a una gran presión por los disturbios durante el G20. La oposición ha exigido su dimisión y la asociación de pequeños y medianos empresarios le ha reclamado 18 millones de euros en concepto de reparación.
El Gobierno de Angela Merkel, que también ha sido duramente criticado por ubicar la cumbre del G20 en Hamburgo, una de las ciudades más contestatarias de Alemania, ha condenado la violencia y ha prometido compensaciones para todos los afectados.
Los enfrentamientos en Hamburgo en el marco de la cita internacional dejaron un saldo de 476 agentes y un número aún no determinado de manifestantes heridos, además de 186 detenidos, 225 retenidos y 37 órdenes de arresto, de acuerdo con el balance oficial.
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