Más de 2.000 policías israelíes se encontraban desplegados este domingo en Jerusalén con motivo de un desfile organizado para conmemorar la conquista de la parte palestina de la Ciudad Santa por parte de Israel, según la policía.
Naciones Unidas ha condenado en varias ocasiones la ocupación y la anexión de Jerusalén Este por parte de Israel en 1967.
Los palestinos quieren convertir la parte oriental de Jerusalén en la capital del Estado al que aspiran, lo que rechazan los dirigentes israelíes.
"Incluso en los períodos más oscuros de la historia de nuestra nación (...), una luz de esperanza -Jerusalén, Sion- ha iluminado nuestro camino", dijo el domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El 49º aniversario de la guerra de los Seis Días, durante la cual Israel ocupó Jerusalén Este, tiene lugar este año la víspera de la fiesta musulmana del Ramadán, que debe comenzar el lunes o el martes, como muy tarde.
Una gran parte de los palestinos son musulmanes e Israel teme que la celebración de la controvertida conquista de Jerusalén Este genere disturbios.
Un portavoz de la policía indicó que más de 30.000 personas debían participar en la "marcha de las banderas" israelíes.
Los participantes tenían previsto acudir al Muro de las Lamentaciones, un enclave sagrado para los judíos, atravesando el barrio musulmán.
La Corte Suprema rechazó este domingo un recurso de la oenegé israelí Ir Amim, que urgía a prohibir la entrada de la marcha a la Ciudad Vieja a través de la Puerta de Damasco, la principal entrada utilizada por los palestinos.
El alto tribunal rechazó el recurso, pero decretó que el paso de la marcha por el barrio musulmán comience a las 18H15 hora local (15H15 GMT) y termine como muy tarde a las 19H00 (16H00 GMT).
La restricción horaria obedece a que el Ramadán podría adelantarse al domingo por la noche, ya que su inicio coincide con la luna nueva.
Antes del inicio de la marcha, jóvenes manifestantes judíos se congregaron en el centro de la ciudad. En la Puerta de Damasco, se desplegaron importantes medidas de seguridad y los cafés cercanos cerraron.
Pequeños grupos de jóvenes judíos con banderas israelíes penetraron en el barrio musulmán gritando lemas nacionalistas. Algunos comerciantes cerraron sus tiendas por precaución.
Durante la marcha del año anterior, se produjeron enfrentamientos.
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